El juez que instruye la causa por el accidente del Alvia en Angrois ha citado en calidad de investigado -antigua figura del imputado- al que era director de Seguridad en la Circulación de Adif en el momento del siniestro, Andrés María Cortabitarte López, por presuntos delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave. En el descarrilamiento del tren en Angrois, producido el 24 de julio de 2013, murieron 80 personas y más de un centenar resultaron heridas. En un auto del pasado día 10, el magistrado Andrés Lago Louro sostiene que Cortabitarte "no cumplió" con su función, pese a que Adif estaba avisado del peligro que había en la curva, de elaborar el "preceptivo y necesario" análisis de riesgo integral para mitigar sus posibles consecuencias en la línea de alta velocidad que une Ourense con Santiago.

Hasta ahora, el único imputado era el maquinista, Francisco José Garzón Amo, pero el juez ha dado un nuevo giro a la causa tras la decisión -a finales del pasado mes de mayo- de la Audiencia de Provincial de A Coruña de reabrir y ampliar la investigación cuando el magistrado pretendía cerrarla provisionalmente con el conductor del tren como único presunto culpable del accidente. Ahora, ambos han adquirido el mismo nivel de responsabilidad al atribuirle al alto cargo de Adif 80 delitos de homicidio y lesiones.

Lo que argumenta el juez es que Adif estaba informada de los riesgos de descarrilamiento que había en la curva de Angrois al tener que reducirse la velocidad de forma drástica sin el apoyo de sistemas de seguridad, pero que la empresa pública no hizo nada al respecto. "Existen indicio suficientes para concluir que la Dirección de Seguridad en la Circulación de Adif, a quien en principio compete la labor de evaluar los riesgos inherentes a la circulación, no cumplió con dicho cometido generando y tolerando una situación de riesgo que finalmente cristalizó en el accidente que costó la vida y la salud a múltiples usuarios", se recoge en auto.

Y como el responsable en ese momento de la seguridad era Cortabitarte -ahora desempaña otras tareas en Adif-, sobre él recae la imputación. "Teniendo conocimiento de dicha situación de riesgo, no consta que haya hecho u ordenado medida alguna destinada a evaluar y gestionar dicho riesgo", continúa el juez Louro. Cortabitarte está llamado a declarar el próximo día 23 en el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago.

El giro en la instrucción está producido por los últimos informes de los peritos aportados a la causa, pero sobre todo por el elaborado por el ingeniero de Telecomunicaciones, César Mariñas, el único elegido por sorteo y que no es funcionario de la Xunta. Su diagnóstico ha sido capital para que la investigación se dirija ahora contra Andrés Cortabitarte. Y aunque hay discrepancias entre los peritos, todos coinciden en que no hubo una evaluación integral de riesgos en la línea ferroviaria, si bien unos consideran que no era necesaria y otros que sí.

El auto explica que, centrándose en el informe pericial de Mariñas, la unión temporal de empresas que participó en la construcción de la línea y en la configuración de los diversos sistemas de seguridad, advirtió de sus limitaciones y amenazas, en concreto de que en la curva de Angrois existía el riesgo de descarrilamiento en caso de exceso de velocidad -como así sucedió-, dado que el dispositivo de seguridad era insuficiente para evitarlo. "Es decir, que en caso de exceso de velocidad derivado de fallo humano el subsistema de control, mando y señalización por ellos aportado carece de recursos para conjurar dicho riesgo o amenaza", se expone en el auto.

El juez considera que los técnicos de la UTE actuaron correctamente al informar de los riesgos y que esto eran conocidos por la consultora Ineco y por Adif, pero la empresa pública lo dejó todo en manos del maquinista sin proponer medida alguna para "mitigar" las amenazas. Adif actuó, añade el magistrado, "con la omisión de elementales normas de cuidado" y se trata del "nivel más alto de imprudencia". El juez concluye que todos cumplieron con su deber, salvo Adif, "quien en última instancia tenía la capacidad de decidir cómo gestionar el riesgo de descarrilamiento".

Esta es la tercera vez que Cortabitarte resulta imputado en la causa. La dos primeras fue con el anterior juez instructor del Alvia, Luis Aláez, cuando actuó contra la cúpula de Adif en sendas decisiones que después echó abajo la Audiencia Provincial de A Coruña en las dos ocasiones, determinando su desimputación En su momento, el entonces jefe de Seguridad en la Circulación se negó a declarar.