Unos salarios más bajos, suelo empresarial a precios low cost y exenciones fiscales a las empresas están propiciando una fuga de inversiones hacia Portugal en detrimento del sur de Galicia, sobre todo en el área de la automoción. Es un asunto que preocupa a la Xunta y que ahora pretende contrarrestar con una Ley de Fomento de la Implantación Empresarial, que prevé aprobar en junio. El objetivo de esta norma es "facilitar" las inversiones que se quieran hacer en la comunidad autónoma, disminuir los plazos de tramitación y reducir burocracia para agilizar la instalación de empresas en Galicia.

"Tenemos que competir con un país con unos salarios más bajos y para ello tenemos que mejorar la competitividad, la productividad de las empresas y flexibilizar la ubicación de las mismas en la comunidad autónoma", expuso ayer el presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, tras la reunión semanal del Consello de la Xunta.

En los últimos años la agresiva política de captación de empresas que lleva a cabo Portugal está perjudicando a Galicia. Las mejores condiciones que ofrecen están logrando inversiones sobre todo del sector de la automoción relacionadas con el Grupo PSA. De hecho, de los proveedores franceses que suministraban a plantas españolas desde Francia ahora han dado el salto a la península ibérica y todos han elegido el norte de Portugal frente a Galicia, que está está perdiendo la oportunidad de incrementar su masa industrial. Y, además algunas empresas gallegas, abandonan la comunidad para instalarse en el norte luso o bien eligen el país vecino para sus proyectos de expansión.

"La competencia con Portugal es un tema importantísimo y tenemos que tomar nota de eso", defendió ayer Feijóo. El presidente de la Xunta ya había anunciado, de hecho, que el Ejecutivo autonómico vigilaría que no se incumpliesen las reglas de la competencia.

Pero además la Xunta está preparando una ley que, según Feijóo, estará lista en el primer semestre, y que tiene tres objetivos: "facilitar inversiones en sectores estratégicos, disminuir los plazos en la emisión de informes y la reestructuración de las distintas normativas que inciden en la instalación de industrias en la comunidad autónoma".

Y en la elaboración de esta normativa, tal y como admitió el presidente de la Xunta, "evidentemente cuenta" la competencia de Portugal.

Así, recordó que este país ofrece una legislación "más flexible" en materia empresarial y salarios más bajos. Así, recordó que la intervención de la troika obligó a modificar el modelo sindical y de relaciones laborales. "Portugal es un competidor. Y esto hay que usarlo, no como un problema, sino como una oportunidad", explicó el presidente de la Xunta.

Para poder competir con Portugal, Feijóo no habla de bajar salarios pero sí de mejorar la "competitividad y la productividad y flexibilizar la instalación de empresas".

Según un informe de Comisiones Obreras, Portugal está ofreciendo suelo empresarial a un euro el metro cuadrado y, de hecho, sus polígonos industriales tienen lista de espera, mientras en Galicia todavía quedan parcelas vacantes. Aún así, Feijóo defendió que, tras las bonificaciones aplicadas en los parques empresariales gallegos, se vendieron 728.000 metros cuadrados. Y, según expuso, en los dos primeros meses de 2017 se vendieron 120.000 metros cuadrados, más que en todo 2014.