Durante la campaña electoral del 25-S Alberto Núñez Feijóo pidió el apoyo de los gallegos porque, en su opinión, era la única garantía de que hubiera un gobierno operativo y funcionando desde el primer minuto tras la cita electoral. Esta semana se han cumplido cien días de su toma de posesión como presidente de la Xunta y toca hacer balance para evaluar si ha cumplido su compromiso. El jefe del Ejecutivo gallego reunió ayer a sus conselleiros y altos cargos para pasar lista a sus logros y espolear a su equipo a que no baje el ritmo. Así, les advirtió que el respaldo electoral obtenido en los pasados comicios no es "un cheque en blanco" y les pidió "ambición" para llegar con los deberes hechos a 2020.

La senda se inició hace cinco meses con "hechos y no con palabras". "Fueron cien días a pleno rendimiento, cien días de inconformismo", resumió el jefe del Ejecutivo gallego. Y lo contrapuso a la "política inútil" de los gobiernos de las mareas que prometían "revoluciones totales e implantaron la parálisis total". "Parecen importarles más los tweets incendiarios que las reformas sensatas", les recriminó Feijóo. "Nosotros no tenemos por bandera la política inútil sino el objetivo de lograr una Galicia próspera, estable y sostenible", recalcó.

Aunque los cien días de su gobierno se cumplían el lunes, Feijóo se tomó unos días de descanso tras su reciente paternidad y se aplazó el acto de balance hasta ayer. Durante prácticamente toda la mañana cada uno de los conselleiros fue desfilando por el atril para repasar las medidas que pusieron en marcha desde el inicio de esta tercera legislatura de Feijóo.

El presidente de la Xunta destacó tres logros: la presentación "en días" de los Presupuestos de Galicia, la estrategia de apoyo a los autónomos y la ampliación del plan de impuestos cero en el rural con la supresión de la fiscalidad a jóvenes y familias numerosas en la compra de una vivienda en los concellos más pequeños. Y, además, puso cifra a los acuerdos y decisiones adoptadas por su gobierno en los últimos cien días: un total de 150.

"Los gobiernos útiles son los que consiguen mejorar la vida de los ciudadanos. No creo en los cambios radicales", advirtió, en alusión nuevamente a las mareas. "Cambiar lo que se puede mejorar es una demostración de inteligencia, cambiarlo todo es una demostración de inconsistencia", expuso.

Con esta premisa instó a su gobierno a que "no confundan la confianza de los gallegos con un cheque en blanco". También les pidió no perder "el espíritu de trabajo y de superación constante" y que reivindiquen una Galicia "próspera, justa, ambiciosa, tranquila y para todos".

Feijóo recordó que en la primera legislatura de su gobierno tuvieron que "navegar sobre el tsunami de la recesión". En el mandato siguiente hubo "reparar el casco", es decir, arreglar los daños y "ayudar a los que se quedaron atrás". Y en la nueva "travesía" que iniciaron tras el 25-S, toca, según explicó, "aprovechar el viento de cola para que Galicia continúe con más brío que nunca hacia delante".

Los primeros pasos, según dijo, ya se están dando y citó medidas como la ampliación de la Tarxeta Benvida para los recién nacidos, la construcción de siete nuevas residencias de ancianos o el impulso a todas las infraestructuras hospitalarias. Y recordó que "se hizo todo lo posible para minimizar los efectos del bloqueo institucional sobre el AVE".