La subida de los precios de la leche en Europa desde junio todavía no se ha notado en todas las explotaciones lácteas de la comunidad. El lácteo gallego aún no ha salido de una de sus mayores crisis y se enfrenta a una nueva encrucijada si el proyecto de la macrogranja de 20.000 reses en Soria llega a abrirse. El exceso de producción desde el fin de las cuotas lácteas en abril de 2015 provocó una crisis de precios que se suavizó el año pasado gracias a la contención del volumen de entregas. Pero cuando esta granja, que sería la más grande de Europa, esté operativa, la producción estatal volvería aumentar en un 31% con 240.000 toneladas anuales más: de las 568.433 actuales a las 808.433 que equivalen a lo que se recoge de media en casi 850 granjas gallegas.

Diez instalaciones como estas sustituirían a todas las que hay en Galicia. ¿Y qué riesgos puede suponer para el lácteo gallego? Según el Sindicato Labrego Galego (SLG), si cada año cierran más de 500 granjas lácteas en Galicia la cifra podría duplicarse y llegar al millar porque las industrias priorizarían la recogida de la explotación soriana en lugar de muchas gallegas, en especial, las más pequeñas y peor ubicadas.

La secretaria xeral del SLG, Isabel Vilalba, alerta también de un nuevo descenso de precios. Además de las granjas a las que se les dejará de recoger la producción, a otras -avisa- se les pagará parte de las entregas a precio de leche en polvo -unos 17 céntimos por litro, la mitad de lo que cuesta producirlo- y se verán también abocadas al cierre.

Para Vilalba no tiene sentido una infraestructura de este tipo en un contexto de descenso del consumo de lácteos -aunque España produce 6,5 millones de toneladas y consume nueve- y tras unos meses en los que fue necesario que la Administración subvencionase a las granjas que redujesen su producción para contener el excedente de leche a nivel europeo y lograr una mínima estabilidad.

La inversión prevista para este proyecto ronda los 93 millones de euros, daría empleo a 250 personas y que vendrían a sustituir el 20% de los 1.252 ganaderos de Castilla y León con entregas a la industria. Los sindicatos denuncian que la riqueza que genera no sería suficiente para compensar los 726 puestos que se destruirían.

La leche que se produzca en esta macrogranja irá destinada a la quesería que construye ya la cooperativa navarra Valle de Odieta en la localidad de Ólvega, con una inversión de unos 20 millones de euros.

A las críticas del SLG se suma también la Federación Rural Galega (Fruga), que denuncia este modelo de producción típico de Estados Unidos o China, un sistema "muy alejado de los negocios familiares que favorecen la creación de empleo en el rural".