El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, salió ayer en defensa de la sanidad pública gallega que, en su opinión, es de las "mejores de Europa" y, frente a las críticas de En Marea y PSdeG-PSOE por la "precarización del empleo" y los recortes en el Sergas, aseguró que desde 2008 la plantilla con contrato indefinido en el Servicio Galego de Saúde aumentó en 1.000 personas y además incrementaron la inversión sanitaria por habitante en 34 euros en los últimos seis años hasta los 1.034.

El jefe del Ejecutivo gallego explicó que la Consellería de Sanidade prevé lanzar una oferta pública de empleo de 820 plazas. En todo caso, advirtió que su intención es duplicar esta cifra hasta los 1.600 puestos si el Gobierno autoriza la eliminación de la tasa de reposición. Para ello, reclamó al PSOE su apoyo para sacar adelante los Presupuestos del Estado, porque "sin cuentas aprobadas" no será posible.

Desde la oposición, sin embargo, le llovieron críticas por el "deterioro" de la sanidad pública. El portavoz de En Marea, Luís Villares, acusó a la Xunta de recortar 590 millones de euros de la sanidad pública desde 2009, de cerrar 447 camas y de reducir personal. Además echó en cara a Feijóo "el peregrinaje de mujeres a Madrid para someterse a una interrupción voluntaria del embarazo", los fallecidos por hepatitis C o los colapsos en Urgencias, relatando el caso de una mujer que falleció en los pasillos del Complejo Hospitalario de Santiago a la espera de ser atendida.

El portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, denunció "la precarización y la precarización de la sanidad pública".Según sus cálculos, hay unas 7.000 personas trabajando en el Sergas con contratos precarios y reclamó un plan a Feijóo para estabilizar a 2.500 médicos.

Para el titular de la Xunta las críticas de la oposición son "frívolas" e "injustas". Negó la reducción en los presupuestos destinados a sanidad porque aclaró que hay que excluir el gasto farmacéutico que lograron recortar durante los últimos años y aportó cifras del incremento de actividad quirúrgica, consultas y urgencias atendidas. "Todos los indicadores son positivos", concluyó.

El BNG preguntó, a través de su portavoz Ana Pontón, al presidente de la Xunta su postura sobre la posible venta de las centrales del Xallas por Ferroatlántica. Feijóo aseguró que la Xunta no tiene "ninguna constancia" y, ante los trabajadores afectados presentes en la tribuna de invitados, dejó claro que si la empresa de Villar Mir solicitase autorización para vender, el Gobierno gallego lo analizará con el compromiso de garantizar "el cumplimiento de la ley, preservar el interés público y mantener el empleo".