La crisis y el miedo a quedarse sin trabajo fueron el mejor remedio para reducir el absentismo laboral. Desde 2009 y hasta 2013 las bajas de los trabajadores cayeron a la mitad. Sin embargo, en los últimos cuatro años el número de procesos por incapacidad temporal ha vuelto a coger una línea ascendente. Entre enero y noviembre de 2016 solicitaron un permiso por enfermedad una media de 12.827 gallegos cada mes, un 8,7 por ciento más que el año anterior y casi un 20 por ciento más si se compara con el año 2013.
Galicia es la tercera comunidad con menos bajas laborales en relación al número de trabajadores. Por cada mil asalariados solicitaron una incapacidad temporal 16,25, solo por encima de la Comunidad Valenciana (15,09) y de Extremadura (11,68).
Sin embargo, el problema de Galicia es otro: la elevada duración de sus bajas, con el agravante de que además son cada vez más prolongadas De media cada trabajador se ausenta de su puesto de trabajo 61,9 días en la comunidad gallega. Solo en Extremadura los permisos por enfermedad son más largos (64,9 días).
Y a diferencia del número de bajas, que descendió durante los primeros años de la crisis, la duración media de cada permiso fue incrementándose paulatinamente en Galicia. A los 52,9 días de duración de 2009, hay que sumar ahora nueve días más, de manera que ya se superan los dos meses. La diferencia con la media nacional es notable puesto que las incapacidades temporales se alargan de media 38,7 días en el Estado.
