El pasado 2016 deja un muy buen sabor de boca en Abanca por los avances en "la transformación de la entidad" para apartarla de los lastres del pasado y "el cumplimiento claro", según su dueño y vicepresidente, de los objetivos del plan estratégico que impulsó el nuevo equipo para reflotar el negocio. "Todas las grandes magnitudes mejoran y, honestamente, con carácter estructural", sostiene Juan Carlos Escotet. A pesar de lo complejo que es hacer negocio financiero frente a los bajísimos tipos de interés, el primer banco gallego mantiene un beneficio prácticamente idéntico al del pasado año, 333,6 millones de euros, con "la rentabilidad, la sostenibilidad y la solvencia" como emblema del "potencial de futuro y plataforma para este 2017" en el que el Abanca cuenta con un exceso de 1.790 millones de euros de capital por encima de los requerimientos legales -su ratio de recursos de primera calidad, el CET1, alcanza el 14,7%- para "aprovechar oportunidades que tenga el sector".

Fue un mensaje insistente de la cúpula de la entidad durante la presentación ayer de los resultados anuales. ¿Compra de otros bancos? Sí y "siempre" con vocación de control y rentabilidad. Poco probable en España -"Lo estudiamos todo, pero no hablamos de operaciones concretas", disculpó el consejero delegado, Francisco Botas, preguntado por la subasta de Banco Mare Nostrum- porque "tenemos los márgenes más complicados de todo el entorno europeo" y solo merecería la pena "algo muy complementario y a muy buen precio". Así que las opciones están fuera y especialmente en México, donde, avanza Juan Carlos Escotet, "estamos trabajando en profundidad". La oficina de representación de Abanca allí tiene "un peso importante en la cuenta de resultados" y la intención es aprovecharlo con los emigrados gallegos que son clientes, pero también "con empresarios con mucha actividad" en el país.

Por esa misma razón el banco estuvo a punto de adquirir el 60% de Corporación Financiera Habana (CFH), en Cuba, que estaba en manos de Bankia. Escotet desveló ayer que finalmente se echaron atrás después de "una revisión en profundidad" de las cuentas.

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Abanca, que de momento aparta su proyecto de salida a Bolsa por las condiciones del mercado, achaca los resultados de 2016 al "crecimiento rentable del negocio minorista", focalizado en pymes y autónomos. La financiación al circulante alcanzó los 3.000 millones de euros, un 27% más. Los nuevos créditos se pagan al 2,19% frente al 1,81% de la cartera antigua, lo que, unido al incremento un 12,2% en fondos de inversión, planes de pensión y seguros -la cuota en toda España se sitúa en el 2,9%-, permite elevar el margen comercial un 12% y hasta un 9,7% el indicador de rentabilidad (ROTE). El peso de los dudosos sigue a la baja. Suman 2.153 millones, un 20% menos, con una tasa de morosidad del 6,84%.