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Maternidad subrogada, asignatura pendiente de los partidos

La oposición carece de posición oficial - En Marea decidirá en marzo y el PSdeG en junio - El BNG se inclina por oponerse

Una niña, de la mano de su padre. // Efe

Militantes del PP, entre ellos una afiliada de Vigo, han abierto el debate en el partido sobre la conveniencia de regular la maternidad subrogada en España, pero la discusión ha saltado fuera de las filas conservadoras. El PP no es el único partido que hasta ahora se había puesto de perfil frente a los vientres de alquiler para no herir sensibilidades entre sus afiliados. El PSdeG, En Marea y BNG no tienen tampoco posición oficial. Los socialistas gallegos aguardan que el Congreso de junio fije postura, y mientras declinan pronunciarse. En Marea prepara unas jornadas para marzo en las que analizará la temática y que le deben ayudar a inclinarse a favor o en contra de los vientes de alquiler. El Bloque casi lo tiene claro, pero la postura todavía no es la oficial. "La mayoría del BNG está en contra", asegura Olaia Rodil.

Ciudadanos ha aprovechado la indefinición del PP y la presión que han desatado sus militantes. Ha sido el primero en fijar posición, ya lo había hecho en su programa electoral, pero ante las dudas de Génova, y con la intención de 'robarle' votos, anuncia que forzará el debate en el Congreso, donde pedirá que España legisle los vientres de alquiler. La gestación subrogada es una práctica que en España no está permitida, lo que obliga a padres a irse al extranjero para tener un hijo, pero luego afrontan dificultades para inscribir a los niños en el Registro Civil.

La jugada de Ciudadanos obligará más pronto que tarde a definirse al resto. Por el momento, en Galicia, los partidos no han dado la cara ni a favor de la maternidad subrogada ni en contra. Aunque Alberto Núñez Feijóo fue de los barones dispuestos a regular los vientres de alquiler, el PPdeG no fijará por el momento posición, después de que Génova frenara el debate precongresual, aunque en el Congreso la polémica se reavivará, pues la militancia mantiene sus enmiendas al respecto. El PSdeG ha decidido esperar a que sea el Congreso federal de junio el que marque doctrina, a sabiendas de que en su seno hay dos corrientes contrarias. Las feministas se oponen y por el contrario el colectivo de gays y lesbianas defiende la regulación. "Hay sensibilidades diferentes y estamos abiertos a abordar un debate que sabemos muy complejo", aseguraban ayer desde la gestora del PSdeG.

Paula Quinteiro, diputada de En Marea, confiesa que su formación no ha definido todavía su postura al respecto, pero lo hará en marzo. "Para el próximo mes celebraremos unas jornadas para un debate sosegado y no apresurado de una realidad social que está ahí", anuncia. "Queremos hablar con feministas, con padres con niños gestados en vientres de alquiler, con distintos colectivos, y luego fijar posición", explica Quinteiro, que añade: "Eso sí, lo primero para En Marea es la defensa de la mujer, y que no haya riesgos para su salud".

El BNG se inclina a oponerse a los vientres de alquiler. "La mayoría está en contra por una razón de género, rechazamos seguir explotando el cuerpo de la mujer, que sea utilizado como una incubadora humana, y por una razón de clase, las mujeres que se prestan a concebir hijos para otros suelen ser mujeres en situación de exclusión social", explica la parlamentaria nacionalista Olaia Rodil.

El número 2 de Podemos, Íñigo Errejón, admitía ayer que es "complicadísimo" posicionarse en este tema, pues supone conciliar el "derecho a la reproducción" con el riesgo de "mercantilizar los vientres" de mujeres. En todo caso, "no ve mal a priori" la gestación subrogada, pero es necesario "discutir mejor los controles" para su regulación. Por otra parte, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, pidió ayer "no vivir de alquiler".

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