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La factura farmacéutica de la sanidad pública

El gasto farmacéutico en Galicia vuelve a crecer por primera vez desde 2010

-El repunte se produce después de lograr un recorte de más de 256 millones de euros -El Sergas cerró 2016 con el desembolso en fármacos más alto de los últimos tres años

El gasto del Sergas en recetas vuelve a incrementarse. Tras los recortes y las medidas de control aplicadas tanto por la Xunta como por el Gobierno para rebajar su impacto económico sobre las arcas públicas, se logró rebajar la factura farmacéutica en más de 256 millones de euros desde 2010. Pero en el último año cambiaron las tornas y el gasto en fármacos se incrementó en casi 11 millones de euros hasta los 685 millones, una cifra que es además la más alta de los últimos tres años.

Durante 2016 se facturaron en la comunidad gallega 61,7 millones de recetas, un 1,55 por ciento más que el año anterior. Aumentó también el gasto medio por fármaco un 2,22 por ciento hasta los 11,8 euros. Esto explica que la factura final en medicamentos dispensados a través de la farmacia haya crecido un 1,58 por ciento al cierre de 2016.

No solo ha ocurrido en la comunidad gallega. El gasto farmacéutico también ha aumentado en el resto de regiones, si bien en el conjunto de España la factura en fármacos ya venía incrementándose en los años 2014 y 2015 mientras que en Galicia es la primera vez que sufre un repunte desde el año 2010. Y, a pesar de ello, es la autonomía donde menos se ha elevado el coste público de los fármacos dispensados en boticas. El incremento medio en España fue del 3,96 por ciento, el doble que el registrado por el Sergas.

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Galicia se situó en los últimos años a la cabeza de España en el recorte del gasto farmacéutico. El primer golpe de efecto lo dio en 2010 la entonces conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, al aprobar un catálogo priorizado de medicamentos, con el que en un solo año logró rebajar un 10 por ciento el gasto en fármacos.

Además el plus de productividad que cobran los médicos se condicionó al cumplimiento de unos objetivos más ambiciosos de ahorro del gasto farmacéutico. Así, por ejemplo deben cumplir con la prescripción de un determinado porcentaje de genéricos (más baratos que los de marca) y no pueden recetar fármacos innovadores por encima de un tope que cada año marca el Sergas. Y los facultativos con más gasto farmacéutico son incluso apercibidos por la Consellería de Sanidade. Tras este repunte en el gasto en medicamentos de 2016, la Xunta prevé incrementar este año en un 15% los pluses que paga a los médicos y que están viculados mayoritariamente al ahorro farmacéutico.

Estas medidas permitieron rebajar la factura en los medicamentos dispensados en farmacia, aunque el gasto de los fármacos hospitalarios seguió creciendo en los últimos años, a lo que contribuyó el elevado coste de los tratamientos para la hepatitis C.

Esta subida del gasto en recetas se produce ahora en un contexto en el que planea de nuevo la posibilidad de cambiar los copagos y en un año en el que se abordará la financiación autonómica, donde el gasto sanitario tendrá un papel preponderante.

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