Los presupuestos de la Xunta para 2017 fueron aprobados hoy por el PP en solitario, que mantuvo la previsión de gasto en 9.063 millones de euros, 259 más que en 2016 y tumbó las 1.113 enmiendas presentadas por la oposición, a pesar de la invitación al diálogo del presidente del Ejecutivo, Alberto Núñez Feijóo, de su toma de posesión.

El pleno de la Cámara cerró hoy la tramitación de las cuentas, retrasadas respecto al calendario habitual por la celebración de elecciones autonómicas en septiembre. El 2 de diciembre pasado el Ejecutivo ya anunció que agotaría el techo de gasto este ejercicio.

La sesión ofreció un nuevo enfrentamiento entre populares y oposición. En Marea, PSdeG y BNG atribuyeron a la "soberbia y arrogancia" del PP, que cuenta con 41 de los 75 diputados, por no aceptar ninguna propuesta.

El portavoz de los populares, Pedro Puy, alegó que ninguna de las ofertas de modificación por parte de sus rivales políticos mejoraban el proyecto remitido desde la Xunta. "Son unos presupuestos expansivos, prudentes y cumplibles, equilibrados y que están contribuyendo a que, una vez abandonada la recesión, se pueda seguir creciendo y redistribuyendo los resultados de ese crecimiento para que nadie en Galicia tenga problemas", relató en la Cámara.

En Marea mantuvo su impugnación de unas cuentas que suponen la "consolidación de una estafa", en alusión a que se mantienen "privilegios" para los más beneficiados y no se apoya a mejorar la situación de las clases populares. "Creemos necesario un cambio de modelo", reclamó Antón Sánchez, de En Marea, que intervino en lugar del portavoz de su grupo, Luís Villares.

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga lamentó la "falta de ambición" del presupuesto,su falta de inversión y la ayuda a "los que más lo necesitan".

Por su parte, Ana Pontón (BNG), también criticó las cuentas por no atender a "las mayorías" y aprovechó su intervención para reclamar mayor autonomía fiscal y una tarifa eléctrica gallega.