Los comentarios del Ministerio de Energía en la orden de los suplementos territoriales para las cuatro primeras autonomías evidencian que hay territorios muy reacios a suministrar datos. La Xunta reconoce que está entre las que recibieron "sucesivas solicitudes de información" y que su postura ante el Gobierno central fue siempre la misma. "Galicia ya trasladó al Ministerio de Hacienda que los impuestos propios establecidos por esta comunidad son impuestos medioambientales, que gravan la realización de la actividad con impacto medioambiental tenga o no que ver su objeto social con la actividad eléctrica. Por lo tanto, no grava ni directa ni indirectamente las actividades o instalaciones destinadas al suministro eléctrico", aseguran en de la Consellería de Economía, Emprego e Industria a FARO.

La afirmación choca de lleno con la configuración del canon eólico gallego, que dice claramente que grava el impacto "como consecuencia de la instalación de parques eólicos de aerogeneradores afectos a la producción de energía eléctrica" y que los sujetos que tienen que pagarlo son empresas que se encargan de la generación. Tampoco la cuestión medioambiental le deja exenta. Todos los tributos con suplementos son, de hecho, medioambientales.

"En todo caso -continúan en la Consellería-, la Xunta también manifestó expresamente que se opone de forma rotunda a que estos impuestos se incluyan en los suplementos territoriales y que sean abonados por los consumidores gallegos".