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Treinta concellos prevén crecer un 50% en viviendas pese a perder población

La Xunta advierte de que la expansión urbana "debería ser coherente con la población" - A Cañiza, Cuntis, Forcarei, Meaño, Pontecesures y Silleda, entre los señalados

Gráfico: Simón Espinosa

Una paradoja afecta a 32 ayuntamientos gallegos. Sus vecinos se han reducido en una década -2005-2015-, pero ello no ha impedido que los planeamientos urbanísticos que mantienen marquen un crecimiento de sus construcciones superior al 50%. Ese diagnóstico es el que ha alertado a la Xunta, que advierte de que "el crecimiento urbano debería ser coherente con el crecimiento poblacional". Esa pauta de actuación, sin embargo, apenas es seguida de momento en algunos consistorios, algo que "no parece muy acorde con el modelo territorial definido en las Directrices de Ordenación do Territorio (DOT)".

El tercer análisis sobre el impacto de las DOT advierte de que "solo ocho de los 23 concellos que registran un crecimiento previsto superior al 100% tienen necesidades reales de expansión urbanística en mayor o menor medida".

En esa categoría de ganar pisos para responder a la demanda vecinal se sitúan Mos, Moraña, Sanxenxo, Vilagarcía de Arousa, Foz, O Barco de Valdeorras, Narón y Barbadás. Si el baremo se rebaja a un crecimiento del 50%, la lista se eleva a 19, añadiéndose Tomiño, San Cibrao das Viñas, Xinzo de Limia, Outeiro de Rei, Santiago, Oroso, Coirós, A Laracha, Miño, Ares y Ames.

El último informe que analiza el cumplimiento de las citadas directrices presenta una radiografía que sirve de termómetro de la racionalidad del modelo urbanístico en los concellos gallegos, si bien los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente matizan que algunos cuentan con planeamientos urbanísticos de hace décadas y que estos serán modificados para adaptarse, precisamente, a las necesidades reales.

Sin embargo, el documento enciende una luz roja sobre algunas decisiones y pone el foco sobre 23 concellos que prevén duplicar su capacidad para albergar viviendas y edificios sin "necesidades reales de expansión urbanística". A ellos se unen otros nueve si el baremo se sitúa en el crecimiento mínimo del 50%. Seis de ellos se encuentran en Pontevedra (A Cañiza, Cuntis, Forcarei, Meaño, Pontecesures y Silleda); 12, en A Coruña (Cabana de Bergantiños, Coristanco, Fene, O Pino, Ponteceso, Pontedeume, As Pontes de García Rodríguez, Rois, Santa Comba, Trazo, Vilasantar y Oza-Cesuras); 6, en Lugo (Bóveda, Castro de Rei, Cervo, Monforte de Lemos, Muras y Portomarín); y 8, en Ourense (Carballeda de Valdeorras, Carballeda de Avia, Maceda, A Merca, Sandiás, Taboadela, Toén y Vilamarín). Algunos casos destacan por la magnitud de sus cifras, estando a la cabeza de la clasificación Forcarei, que prevé una expansión del 874,2%, según Medio Ambiente.

Fuentes del departamento de Beatriz Mato que trabajaron en la confección del informe insisten en que muchos planes urbanísticos serán modificados y paliarán las anomalías detectadas. Señalan Pontedeume como ejemplo, que variará su estrategia y su planeamiento urbanístico, siguiendo un modelo de mayor racionalidad que pretenden impulsar precisamente las Directrices de Ordenación do Territorio, un compendio de normas aprobadas en 2014 para regular el urbanismo en una comunidad que padece una sangría demográfica continua.

Entre 2005 y 2015, el período que comprende el citado análisis, Galicia perdió casi 30.000 habitantes y la tendencia parece acelerarse, pues en 2016 se redujo en otros 13.800, de acuerdo con los datos del padrón elaborados por el Instituto Nacional de Estadística. Desde Medio Ambiente señalan los alrededores de las ciudades como los grandes polos de crecimiento poblacional.

Matices

La media elaborada por el Instituto de Estudos do Territorio para incorporar al citado informe muestra un crecimiento medio del urbanismo en Galicia del 39,4%, pero el propio documento destaca la imagen distorsionada que ofrece ese dato, afectado por cifras como el 874% de Forcarei, el 753% de Ponteceso o el 708% de Vilasantar. Otros 41 concellos no presentan crecimiento alguno.

"Determinados casos, con valores extremos que presentan crecimientos poco ajustados a las necesidades reales y difícilmente materializables por el comportamiento demográfico analizado, están distorsionando el valor medio para Galicia", establece el informe, que tampoco halla un patrón que explique el planeamiento excesivo de algunos ayuntamientos. "El crecimiento previsto no está determinado actualmente por su situación geográfica y son otros los factores que inciden", añade sin apuntar otras causas.

El documento destaca como una variable más representativa la media de la mitad de municipios, que alcanza un 12,1%. Aun así, choca con la pérdida de habitantes a la que parece condenada Galicia.

Las urbes: entre el 82% de Santiago y el 9,5% de Pontevedra

  • Solo 33 concellos cuentan con su plan urbanístico adaptado a las pautas de las Directrices de Ordenación do Territorio, pero el informe de la Consellería de Medio Ambiente establece que otros 182 están tramitando sus planeamientos según esas normas, por lo que la Xunta confía en que el 63% de la población y el 68% de la superficie de la comunidad asuman esas reglas.Sin embargo, mientras no se concreten las nuevas guías para construir, "resulta necesario establecer criterios que permitan perfilar la definición de un crecimiento en coherencia con el modelo territorial definido por estos instrumentos y, además, con la dinámica demográfica", según el informe sobre las DOT de Medio Ambiente.En cuanto a las ciudades, Ferrol y Ourense pierden población, especialmente la primera con casi 8.000 personas, aunque prevé crecer un 49%. De la segunda no ofrece cifras el informe. Vigo contempla una subida del 31%, aunque su plan está suspendido; por el 23,3% de A Coruña y el 81,9% de Santiago. Pontevedra crecerá un 9,5%. De Lugo tampoco constan datos.

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