En Marea cierra esta mañana sus primarias para confeccionar su primera dirección y el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, confía en que se ponga fin al debate interno sobre el papel de Luís Villares, portavoz parlamentario, para enfrontar una nueva etapa, en la que este no será líder interno, sino solo referente en la Cámara si gana la candidatura de consenso impulsada por las principales fuerzas rupturistas y encabezada por el propio exjuez. Esa lista veta su acceso a una de las tres portavocías orgánicas rotatorias, algo que no obedece a un bloqueo personal, sino a un modelo coral, según el regidor. "Si Luís [Villares] participa en esa candidatura, está de acuerdo con el papel que se le asigna", declaró. Eludió también considerarlo el líder de una formación "plural, rica y diversa".

El nuevo partido concluye tres jornadas de votación interna para dotarse de cúpula con el foco puesto sobre el papel de Villares, candidato a presidir la Xunta en las pasadas elecciones de octubre. Aunque en un principio aspiraba a asumir la portavocía nacional de En Marea, las reticencias de un sector a entregarle ese puesto para no subordinar la construcción del partido a la esfera institucional han forzado su paso atrás. Al frente de ese grupo se situó Marea Atlántica, de la que Ferreiro es gran referente, pero sin asumir un cargo orgánico como portavoz.

"Siempre es más fácil llevar las discusiones o intentar encuadrarlas en el ámbito personal de fulano contra mengano o mengano contra fulano, pero aquí no es así", explicó el regidor de A Coruña ayer en una entrevista en la Radio Galega para descartar un problema con Villares y un veto personal.

Su relación es "magnífica" y no existe bloqueo alguno, si bien la citada candidatura de consenso -Máis Alá!- especifica que el portavoz parlamentario, cargo que ostenta Villares, no podrá ejercer alguna de las tres portavocías orgánicas rotatorias de que se dotará el partido si su proyecto vence las primarias. Paradójicamente, las otras dos listas sí quieren al magistrado en excedencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia como líder único. "Esas listas que definan cómo refuerzan a una persona presentándose contra ella", se preguntó Ferreiro.

"El liderazgo se basa más en la autoritas que en la potestas. La autoritas se gana en el día a día, en el ejercicio, y eso, independientemente del cargo orgánico que se tenga o se deje de tener", ilustró sobre la referencialidad en el nuevo partido, mensaje que coincide con el lanzado por Villares, aunque este lo usó para defender su capacidad para situarse como mascarón de proa del rupturismo. "Hay que empezar a dar voz a la gente que hasta ahora no la tuvo. Tenemos que impulsar a gente joven, renovar caras", justificó Ferreiro sobre su modelo coral.

En Marea dispondrá hoy de los resultados provisionales de las primarias, que permitirán la confección del Consello das Mareas -35 miembros- y la coordinadora -11- de forma proporcional a los apoyos de los tres proyectos en liza.

Sin embargo, el capítulo interno no quedará cerrado, pues En Marea prevé celebrar una asamblea en verano para concretar su estrategia política, expansión territorial y, según apuntan voces internas, el rol de Villares. "Tiene garantizado todo el protagonismo desde el Parlamento", acotó Ferreiro ayer.

El regidor reconoció los riesgos de desconectar con las bases y con el electorado si el debate sobre cuestiones organizativas se mantiene ad eternum, puesto que no aporta ventajas para la ciudadanía. "En mi trayectoria no me gustaron los debates internos del partido. A la gente no le interesan mucho y son un pelín estériles para la vida de la gente", contó, si bien también apuntó que los medios preguntan sobre los mismos primándolos en ocasiones sobre otras cuestiones.