Crearon un chaleco para personas con discapacidad auditiva, que se coloca ajustado al cuerpo por debajo de la ropa, con unos sensores en la espalda que captan sonidos y vibran. Estas vibraciones ponen en alerta a la persona sorda, que siente en su cuerpo, a través del tacto, la información auditiva que no puede percibir. "Por ejemplo, si va por la calle y un coche pulsa el claxon, se activan los micromotores vibradores", expresa Bernardo Longa, profesor de Tecnología del Colegio Plurilingüe Montecastelo de Vigo.
El equipo del Montecastelo en la preparación del chaleco.
La idea surgió hablando entre el alumnado. Por experiencias familiares, uno de los estudiantes, de 2º de ESO, explicó que existen unos cinturones para personas con discapacidad auditiva que vibran con el sonido, por ejemplo, cuando suena el timbre de casa. Sin embargo, no permiten distinguir la procedencia del sonido. "Siempre les explico que intentemos utilizar la tecnología para ayudar y mejorar la vida de las personas. Así surgió la idea", cuenta Longa.
Y el alumnado de 16 años (2º de ESO) del Montecastelo se puso manos a la obra: José María Blanco Puente, Pedro Parcero Arcos, Pablo Posada Constenla y David Zapatero González. En la parte de atrás del chaleco situaron unos micromotores vibradores que se estimulan con los sonidos del ambiente y llevan un micrófono conectado a un arduino (placa electrónica). El arduino emite señales eléctricas que llegan a los motores produciendo distintas combinaciones de vibraciones, lo que permite distinguir a personas con discapacidad auditiva qué está pasando en su entorno. "Los motores vibradores van vinculados a arduino, ellos mismos programaron esa placa a la que llega el sonido e hicieron un amplificador. Al detectar el sonido, los motores vibran. Ellos saben programar desde 1º de la ESO, con robots LEGO. Esos conocimientos los aplican en 2º, para programar la placa", añade Longa. El objetivo es que la persona distinga distintos tipos de sonido a través del chaleco. Con este proyecto, que realizan voluntariamente los alumnos interesados, durante el recreo y también alguna tarde, el equipo del Montecastelo se llevó el premio al proyecto más innovador en Galiciencia, el concurso en el que el alumnado muestra sus inventos y dotes científicas. Lo expusieron también en una actividad de los museos científicos de A Coruña y ante representantes de la Consellería de Economía, con motivo del premio.
Los autores y el colegio recibieron felicitaciones y llamadas de asociaciones de sordos e instituciones del ámbito tecnológico tras el lanzamiento en Galiciencia, con stand explicativo incluido. "La verdad es que quedamos sorprendidos del interés que despertó y los alumnos muy ilusionados, teniendo en cuenta que solo somos un colegio, claro", cuenta Longa. El chaleco no se quedará así. Inician ahora la segunda fase del proyecto: "le van a poner un sistema eléctrico que reconoce palabras y frases, con la ayuda del profesor de lengua", cuenta Longa. Tendrán que programar los vocablos y frases. Las personas sordas podrán reconocerlas por la secuencia de las vibraciones. Y ya tienen en mente una tercera: conectar el chaleco con el móvil.
