Galicia pretende eliminar en 16 meses las 35.000 toneladas de neumáticos usados que almacena en los tres depósitos de la comunidad: Fene, donde se agolpan 887; As Somozas, con 100; y A Laracha, con 34.000. El proceso constará de dos soluciones. La mayor parte de las ruedas será quemada para producir energía, alcanzando el 74% de los residuos, mientras que el 26% restante se reciclará, siendo sus principales usos la fabricación de asfalto, compuestos para césped artificial, suelo para parques infantiles o pantallas acústicas, según detalló ayer la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, en el anuncio de esa estrategia.

El vertedero de Fene fue el escenario elegido para anunciar la decisión para deshacerse de los citados residuos, tras haber licitado la Xunta una partida de 2,4 millones de euros el año pasado para afrontar su "tratamiento".

Fene, según explicó Mato, será el primer punto donde se acometerán estos trabajos y podría quedar limpio de neumáticos en un plazo máximo de "tres semanas", según las previsiones que ofreció, apunta Efe. Posteriormente, será el turno de As Somozas y A Laracha, situadas, como el primero, en la provincia de A Coruña y con titularidad municipal.

La conselleira reconoció que "ya tocaba arreglar" esta situación, si bien matizó que se trata de "un problema que viene de lejos". También desvinculó las decisiones de su departamento de la tragedia de Seseña, sede de uno de los vertederos ilegales de neumáticos más grandes de Europa -entre Castilla-La Mancha y Madrid- y donde en mayo del año pasado se originó un incendio que arrasó 80.000 toneladas de ellos, causando una nube tóxica que no se disipó hasta pasados varios días. También provocó la evacuación de siete mil personas de sus hogares.

No a rebufo de Seseña

"Galicia no está actuando a remolque de la tragedia de Seseña; ironías de la vida, el 13 de mayo, el mismo día del incendio, fue publicado en el Boletín Oficial Europeo [el primera plan para adjudicar estos trabajos]", alegó ayer Mato, que estuvo acompañada del alcalde de Fene, Juventino Trigo (BNG).

El regidor celebró la iniciativa para acabar con unos residuos que suponen un "peligro de incendio" en verano cerca, además, de la población. "Podía traer consecuencias, hay viviendas a menos de 50 metros de esta fábrica", añadió tras lamentar el "pequeño retraso" en el inicio de los trabajos en el citado depósito. La conselleira vinculó esa dilación con un trámite administrativo de "cerca de seis meses", aunque ya se han iniciado.

Los trabajos en Fene están siendo realizados por una planta móvil, que tritura y clasifica los diferentes componentes de las ruedas: caucho, metal y fibras textiles. El material será enviado "a distintos gestores, con plantas algunas de ellas en Galicia y otras fuera de la comunidad, gracias a un proyecto de la empresa adjudicataria", explicó ayer la responsable de Medio Ambiente.