¿Cómo explica que usted encabece un proyecto que no lo quiere como líder? "Nadie dice eso. No encabezaría un proyecto que no quisiese eso". Así respondió a la prensa ayer Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea, a propósito del veto de su propia candidatura a la dirección del partido a que compatibilice su puesto con una de las tres portavocías orgánicas que nombrarán. La cesión en aras de la unidad popular fue señalada como justificación. "Confluir es renunciar", declaró ayer tomando como propia una frase de Xosé Manuel Beiras, líder de Anova y compañero de lista. Aun así, se reivindicó como faro del proceso y sostuvo de nuevo que ese estatus "no lo da o quita ningún papel". ¿No descarta ser portavoz?, preguntó la prensa de nuevo en alusión al veto autoimpuesto. "Descarto que se produzcan situaciones que no permitan avanzar al proceso de confluencia", respondió.

El rol de Villares ha eclipsado el proceso interno con que En Marea se dotará de dirección elegida en las primarias que se celebran entre sábado y lunes. Hace un mes, logró tumbar el sistema de incompatibilidades que le impedía participar en la consulta a las bases y luego consiguió que la coordinadora provisional impulsase una lista única de consenso, aunque esta competirá con otras dos.

Sin embargo, sus compañeros apuestan por dotarse de tres portavocías rotatorias que no podrán ocupar los portavoces parlamentarios de Galicia y el Congreso, demanda impulsada por Marea Atlántica, entre otras voces. Estas alegan la necesidad de construir un partido sin dependencia de la acción institucional.

"La generosidad que tengan que hacer todas las partes para poder llevar a cabo la misión principal de mantener la unidad son sacrificios necesarios para que el proyecto se consolide", alegó Villares antes de participar en la presentación de Máis Alá!, la candidatura que encabeza y en que la están incluido Beiras y miembros de Anova, Marea Atlántica, Ourense en Común o Ames Novo, entre otros. Su nombre evoca el manifiesto de insurrección de Manuel Antonio y Álvaro Cebreiro de 1922.

Villares vinculó ese texto con Nunca Máis para destacar el carácter cívico de En Marea como espacio aglutinador de personas de diversa origen política, pero mismos objetivos. "La unidad popular es entenderse con quien no es igual que uno", ilustró antes de reivindicar su candidatura como la única plural y no de parte. Es la fórmula idónea para integrar personas de espacios diferentes, alegó, si bien el sistema empleado para confeccionar las listas electorales fue el opuesto: primarias abiertas y múltiples opciones.

El portavoz parlamentario destacó el "esfuerzo" realizado y rechazó que las primarias constituyan la estación termini de En Marea, que seguirá evolucionando.

En ese punto insistió precisamente Beiras en la presentación de la lista, en la que ensalzó su propia trayectoria a partir de 2005, cuando giró hacia la necesidad de derribar los muros de los partidos de izquierda para construir sujetos mestizos como AGE en 2012 o En Marea ahora. "Hay sitio para todos incluso a pesar de las peleas indispensables", añadió, en alusión al pulso sobre el rol de Villares.

Al acto acudieron la mayor parte de integrantes de la lista -35 aspirantes al Consello das Mareas-, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, y diputados como Antón Sánchez, Luca Chao, Paula Quinteiro o Ánxeles Cuña.

Por otro lado, Máis Alá!, cuya victoria se da por hecha en las primarias, aboga por combinar el trabajo institucional con el apoyo a las "las luchas sociales". "El nuevo sujeto político resultante no cabe en los estrechos límites de una única fórmula organizativa ni es posible sin invertir la direccionalidad y la jerarquización entre la organización política y los movimientos sociales", establece su documento.