Podemos no tomará una decisión sobre la cesión salarial de sus siete diputados de En Marea hasta que se celebre la asamblea de Vistalegre en que se decidirá el rumbo y liderazgo del partido, así como su relación con las confluencias. A sus cargos les impone un tope de tres salarios mínimos, que suponen entre 1.965 y 2.292 euros mensuales en función del número de pagas, incluyendo excepciones que elevan la cifra.

La cuestión abrió una grieta en la formación gallega, pues al menos dos diputadas -Luca Chao y Paula Quinteiro- descartaban en principio ceder parte de su salario a la formación en que militan, pues su participación en En Marea es a título individual. A esta se cede un 5% por cada 655 euros de sueldo.

La dirección gallega puso la situación en conocimiento de Madrid, que decidió aceptar la solicitud de algún diputado -el partido no detalla quién o quiénes- para aplazar la cuestión, a pesar de que los diputados perciben su salario desde el mes de octubre. El servicio de comunicación morado asegura que cuatro de sus siete diputados, incluida su secretaria general, Carmen Santos, ya entregaron la documentación para iniciar la cesión salarial.

Expansión local

Por otro lado, Podemos reforzará su estructura para potenciar su implantación municipal, según avanzó ayer, proceso que coincidirá con la expansión local que desplegará En Marea. Esta, a su vez, potenciará las mareas de cada localidad. En la agenda, las elecciones de 2019, donde está por ver si se alían.

La fuerza morada duplicará la financiación de las estructuras municipales, si bien desde la formación no se ofreció el presupuesto que manejaron este año. Ayer celebró una cumbre con sus líderes locales con la presencia confirmada de 12.