La sexta Conferencia de Presidentes, la segunda con Mariano Rajoy a los mandos, será la primera a la que no asistan todos los jefes de ejecutivos autonómicos. Ni estará el catalán, Carles Puigdemont, ni el vasco, Íñigo Urkullu.

La cumbre a la que Moncloa convoca a los jefes de los Ejecutivos regionales nació de manos de José Luis Rodríguez Zapatero en el año 2004 y con el PP en el Gobierno solo se reunió en octubre de 2012. Ahora, mañana martes, cuatro años y pico después, vuelve con la reforma del sistema de financiación autonómica como asunto estrella, aunque también se hablará, y mucho, de la ley de dependencia y de los recursos para su sostenimiento.

Una cita que culminará previsiblemente con una decena de acuerdos rubricados, incluido el bono social eléctrico -que el Supremo tumbó y que hay que cambiar para así cubrir con él las medidas contra la pobreza energética-, la educación y la mayor participación de las comunidades en los asuntos europeos.

La conferencia se regirá por el formato habitual: desayuno informal a primera hora con el Rey -el estreno de Felipe VI-, Rajoy y los presidentes autonómicos en la biblioteca del Senado, y reunión posterior a puerta cerrada, en la Salón de Pasos Perdidos. Por la ausencia de los líderes de Cataluña y País Vasco, los primeros estatutos aprobados, Rajoy compartirá la cabecera de la mesa con el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; la de Andalucía, Susana Díaz; el de Asturias, Javier Fernández, y el de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.