Las provincias de Pontevedra y Ourense concentraron el año pasado el mayor número de automovilistas bajo la lupa por una posible disminución de sus capacidades para poder seguir circulando con su vehículo o hacerlo sin limitación alguna.

De Pontevedra fueron requeridos a chequeo extraordinario un total de 64 automovilistas, lo que supone más del 28% en la comunidad y más del triple que los casos registrados el ejercicio anterior en la provincia. Le sigue en el ranking autonómico con muy poca diferencia Ourense, con un total de 62 casos frente a los 21 detectados en 2015. Cierran la lista, A Coruña con 59 conductores enviados a revisión del Sergas (un 59% más que los 37 del año anterior) y Lugo, con 41 automovilistas, un 52% más que los 27 casos sospechosos del ejercicio pasado. La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia ordenó este chequeo a un total de 226 automovilistas de edad avanzada, lo que supone más del doble que los 103 requeridos a consulta en 2015. O lo que es lo mismo, cada semana fueron enviados Sergas una media de cinco conductores ante las sospechas de que no pudieran seguir al volante o, de hacerlo, deberían imponerles ciertas restricciones, como no ponerse al volante de noche, circular solo a una distancia máxima de la vivienda, conducir con la obligación de ir acompañado, limitaciones en la velocidad máxima o exclusión total del consumo del alcohol. Es el Plan Mayores diseñado en 2015 por Tráfico, en colaboración con la Xunta y el Ministerio de Fomento.