La superficie dedicada a agricultura ecológica crece un 42% en la comunidad gallega mientras que la reservada a cultivos tradicionales cae casi un 10%. Es que lo ecológico está de moda pero todavía es un mercado incipiente en Galicia. Apenas supone el 8% del total pero ha triplicado su facturación desde el inicio de la crisis y es uno de los pocos sectores a los que la recesión no le ha pasado factura, al aumentar de los 10,6 millones ingresados en 2008 a los 35 contabilizados en 2015.

El repunte de la demanda de productos que son cultivados sin pesticidas ni abonos químicos y que ayudan a preservar la biodiversidad también se nota en la superficie cultivada con 20.306 hectáreas, un 42% más que antes del inicio de la crisis del rural. Las producciones certificadas por el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica (Craega) ganan terreno a las plantaciones de la agricultura tradicional. Los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) revelan que el aprovechamiento de tierras labradas en la comunidad gallega alcanza las 202.895 hectáreas, 17.595 menos que a principios de siglo lo que supone un descenso del 8%. Nueve de cada diez hectáreas se dedican a cultivos herbáceos con un total de 188.410. A bastante distancia se colocan las 9.027 dedicadas a viñedos y las 5.079 para frutales.

En producción ecológica, ocho de cada diez hectáreas que aparecen en el Craega no se reservan para cultivos en sí sino para prados y pastos o como superficie forestal. El 53% se destinan para pastos y praderas permanentes al acaparar 10.941 hectáreas, mientras que el 33% corresponden a terreno forestal. Destacan también las 1.458 hectáreas reservadas para soutos de castañas certificados y, en menor medida, las 246 para manzanas, las 162 para hortalizas y las 128 para trigo duro.

El interés por lo ecológico no ha tenido el mismo éxito en otros cultivos como los cítricos, el centeno, los higos, los albaricoques, los melocotones, las ciruelas, la alfalfa, las setas y las uvas de mesa. Ninguno de ellos alcanza la hectárea sumando la superficie de toda la comunidad.