Semanas antes de la celebración del festival de Eurovisión en mayo del año pasado, un ciudadano decidió jugar un euro a la victoria del artista de Bosnia. No ganó, pero tampoco sabía que la apuesta que realizaba en una terminal de un bar no estaba autorizada, pues en Galicia esta práctica está limitada a eventos deportivos, aunque por poco tiempo.
A pesar de que las apuestas se realizan por vía telemática no constan registros y la Xunta solo puede detectar prácticas no autorizadas in fraganti, aunque tras las demandas del sector, que comenzó a explotar este negocio en febrero de 2013, ha decidido eliminar la restricción a competiciones deportivas y en Galicia podrá apostarse a cualquier evento, como quién será el ganador de un concurso televisivo o qué científico logrará el Nobel de Física, por ejemplo.
En 2012 fue aprobada la normativa que incluía a Galicia en el grupo de comunidades que regulaban las apuestas deportivas. Se fijó un sistema en el que los seis operadores con licencia podían instalar terminales de apuestas, similares a las tragaperras, en los locales de hostelería siempre que abriesen antes salones específicos de juego.
De acuerdo con la legislación de 1985, la comunidad solo disponía de competencias para regular las apuestas vinculadas a competiciones deportivas, constituyendo una infracción ofertar la opción de jugar dinero a eventos como Eurovisión o los Oscars.
A pesar de ello, varios usuarios consultados por este diario reconocen haber apostado a alguna de esas citas. Según el Ejecutivo, no consta ninguna fórmula para detectar esas prácticas no autorizadas. "Este tipo de apuestas solo se pueden detectar el propio día en que se ofrecen, es decir, son eventos aislados que, a no ser que se inspeccionen máquinas ese mismo día y justo se dé con la máquina que lo ofrece, no se detectan", alegan fuentes de Vicepresidencia, competente en materia de juego.
En los casi cuatro años de explotación de este modelo de negocio, ninguno de los operadores ha sido sancionado por ofrecer a sus clientes apuestas sobre eventos no autorizados, si bien se ha abierto un expediente por esa cuestión. Se encuentra en fase tramitación para dilucidar si es sancionable.
La situación variará este año. La Xunta permitirá a los operadores, cuya demanda alega la primera para justificar la decisión, crear apuestas sobre cualquier evento de resultado incierto, como quién será el próximo personaje en morir en la serie Juego de tronos. La modificación se realizará en el Parlamento a través de la Ley de Acompañamiento, el cajón de sastre de cambios legales que se tramita al mismo tiempo que los presupuestos para acortar plazos. Podría entrar en vigor a partir de marzo.
La decisión coincide con el intento de la Consellería de Sanidade de plantear medidas para atajar que los menores de edad apuesten dinero, algo ilegal. Esta práctica podría afectar a unos 6.000 adolescentes, según los cálculos del psicólogo Antonio Rial Boubeta, uno de los mayores especialistas de la comunidad en trastornos adictivos, a partir de una encuesta realizada por Xunta y Universidade de Santiago.
Mientras, las apuestas ganan terreno. En 2012, la Xunta fijó un límite de 2.000 terminales para establecimientos hosteleros, pero la demanda del sector provocó que lo elevase a 3.600. La administración prevé ingresar 58,5 millones de euros de todo el sector del juego: 54,7 de tasas y 4,8 del impuesto de actividades.
