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PRIMERA ENTREVISTA DE UN DIARIO NACIONAL A MARIANO RAJOY EN SU SEGUNDO MANDATO

Mariano Rajoy: "Desayuno y cena con mi familia; la conciliación debe ser posible"

"El problema es cultural; no es fácil ni puede imponerse la conciliación"- "Pasé un año complicado" - "No soy un maestro en manejar los tiempos políticos, aplico el sentido común"

Mariano Rajoy está disfrutando de un descanso en Sanxenxo. // Rafa Vázquez

Mariano Rajoy despidió el año 2016, un año que admite "complicado", en la ciudad de Pontevedra entre familiares y amigos, y encara 2017 con optimismo. "Gobierno en minoría, pero si todos actuamos con inteligencia, una situación difícil puede convertirse en positiva. Ése es el reto", asegura. Medianamente satisfecho con el tiempo que puede dedicar a su familia, asegura que "la conciliación" debe ser posible y hay que intentarla, promoverla, pero no imponerla.

-La ministra de Empleo, Fátima Báñez, propone conciliar y que la jornada laboral termine a las seis de la tarde. ¿Concilia el presidente?

-Yo me ordeno bien. Todos los días desayuno y ceno con mi familia. Me levanto a las siete de la mañana para hacer deporte, a las ocho desayuno con mi mujer y mis hijos, y a las ocho y media estoy en el despacho. Como muy tarde, a las nueve de la noche estoy de vuelta en casa y ceno con mi familia. De diez menos cuarto a once menos cuarto leo alguna novela y luego me voy a dormir. Es mi rutina. Pero nada de lo que yo hago se puede generalizar por la responsabilidad que tengo.

-¿Será posible conciliar en España?

-Tendría que ser posible. El problema de España es cultural. Les propones cenar a las siete de la tarde y te miran con cara rara, cuando en países europeos cenan a esa hora hasta en verano. Es necesario que la gente esté de vuelta en su casa del trabajo antes. Eso sí, la comida tiene que ser cortita y no prolongarse demasiado. No es fácil y no puede imponerse. Pero debe poder hacerse.

-¿Tiene ganas de despedir el 2016? ¿Fue su año más difícil?

-La última parte fue un poco mejor. Cuando ya se tienen 61 años, hay que cumplir siempre, pero a poca velocidad. Es cierto que he pasado un año complicado. A mí nadie puede negarme que desde el minuto uno aporté una solución: una coalición PP-PSOE-Cs. Era una solución razonable y la más democrática. Al final, no fue posible. Gobierno en minoría, pero si todos actuamos con inteligencia, una situación difícil puede convertirse en positiva. Ése es el reto. No es fácil.

-Dicen de usted que es un maestro en el manejo de los tiempos políticos. De ahí que repita en la presidencia del Gobierno. ¿Lo es?

-No. Lo que hice fue aplicar el sentido común. No fui a la investidura la primera vez porque sabía que era imposible ganarla y evidentemente no voté una coalición PSOE-Cs porque no había alguna razón para ello. Yo había ganado las elecciones con claridad. Hubo comicios otra vez y salí reforzado ,y el resto no subió. Y aquí estamos.

-Cameron, Renzi, Hollande, Passos Coelho... se han quedado por el camino y usted resiste...

-Cada país es diferente. No se puede comparar.

-¿Tiene piel de elefante como dijo de usted Angela Merkel?

-A uno no le queda más remedio. El PP fue el partido más votado, y mi obligación era defender a mis votantes y un resultado democrático. Yo propuse una coalición a tres, porque nos hubiese permitido impulsar cuatro o cinco reformas por consenso y por mucho tiempo. Ahora hay que intentarlo, pero es más difícil porque no hay compromiso. Solo tengo un acuerdo con Cs y Coalición Canaria. ¡Si pudiera pactar la educación, las pensiones y la financiación autonómica y un par de asuntos más! La única forma de alcanzar estos pactos es cuando no hay mayorías absolutas. Si tienes mayoría absoluta, todos te van a votar en contra.

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