La segunda subasta de renovables del Gobierno central tras la reforma energética y el fin de las primas echa a andar. El proyecto de decreto que la regula está en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la intención es celebrarla en el primer trimestre del nuevo año. Como ya avanzó el ministro de energía, Álvaro Nadal, serán 3.000 megavatios (MW) con derecho a retribución específica -el pago a mayores de lo que los productores reciben en el mercado, de carácter excepcional tras el fin de las primas- sin que exista preferencia por ningún tipo de fuente en concreto. "Neutralidad tecnológica", señala la futura norma, "al fin de introducir en el sistema eléctrico los proyectos más eficientes en costes". Así que todas competirán con todas en sus ofertas, lo que implica un hándicap de antemano para la enorme bolsa de eólica acumulada en Galicia, donde los promotores señalan más "desventajas" a la hora de concurrir. Ganará el que menos esté dispuesto a recibir en esa retribución específica -de hecho, tan bajas fueron las ofertas en la puja de este año que el resultado fue cero euros- y en la comunidad los parques tienen que contar entre sus gastos con el canon eólico.

Desde la Asociación Eólica de Galicia (EGA) recuerdan además los riesgos para los proyectos por la tramitación por la que deben de pasar en la región. La subasta, como subraya el Ministerio de la Energía, obliga a que los proyectos ganadores estén ejecutados "antes del 31 de diciembre de 2019", por lo que "se contemplan diversos hitos intermedios y un sistema de garantía de controles". "La tramitación en Galicia es de una ley de 2010 que está obsoleta y obliga a reiniciar todo el proceso ante un cambio", subraya Íñigo Muniozguren, secretario de EGA, en referencia a que la mayoría de parques autorizados en la comunidad en estos momentos y que podrían optar al reparto del Gobierno se diseñaron con aerogeneradores antiguos.

Energía estima que la retribución que salga de la subasta tenga un coste máximo al año de 176 millones. La previsión sale bajo la hipótesis de dar 1.400 MW en eólica, 1.400 en fotovoltaica y 200 al resto. Así se refrenda, dice, su "firme compromiso" de alcanzar un 20% del consumo energético en España en renovables.