El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido hoy al Apóstol Santiago que permita a Galicia continuar defendiendo sus singularidades dentro de "una España igualitaria y justa y unida bajo una Corona que encarna una tradición modernizada".

Durante su intervención como delegado regio en la ceremonia de Traslación de los restos del Apóstol, celebrada esta mañana en la catedral de Santiago, Núñez Feijóo solicitó al Apóstol que abogue para que los gallegos mantengan ese espíritu que hace de ellos "una comunidad de síntesis, de fusión; en definitiva, de hermandad".

"Pedimos que nos permita ser como somos en una España igualitaria y justa, unida bajo una Corona que encarna una tradición modernizada", ha afirmado.

Durante su intervención, el jefe del Ejecutivo gallego ha valorado que el Apóstol "puede contemplar desde su hogar catedralicio una España que aspira a afrontar sus problemas sin excluir a nadie y contando con todos".

Se ha referido así a una nueva "España constitucional que nace para preservar la igualdad entre personas y territorios" y que tiene que seguir "luchando junta" para garantizar que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades con independencia de donde nazcan.

En esta petición, en la que Núñez Feijóo ha reivindicado la unidad de España, ha remarcado que "Galicia demuestra que lo diverso no tiene porque ser conflictivo y que la defensa de lo propio no necesita de enemigos", al entender que "la pertenencia a varias culturas es algo enriquecedor", como lo acredita que un territorio geográficamente pequeño esté "presente en todo el mundo".

Una demanda que ha hecho extensible también a Europa, en un año marcado por el brexit. El presidente gallego ha recordado que es preciso "que esa utopía real llamada Europa siga siendo un espacio de paz libertad y prosperidad para los europeos y una referencia para todo el mundo".

"Europa significa que pueblos diferentes pueden convivir, que creencias distintas pueden dialogar, que lenguas variadas pueden comunicarse", y por ello ha pedido la "resolución suficiente para que la necesaria cohesión de Europa en torno a valores derivados del Cristianismo, el Humanismo y la Ilustración sea compatible con la acogida a los que huyen de los variados tipos de barbarie".

"Pedimos que el gran camino de Europa no se desvíe y que los europeos no olvidemos los errores del pasado", ha dicho.

Por último, Feijóo también ha advertido que en una cultura como la nuestra cualquier violencia o discriminación afecta a la dignidad de todos, y en este sentido, ha manifestado sus anhelos de "igualdad" entre hombres y mujeres, al censurar también la "violencia que se ejerce contra las mujeres".

"Con esa confianza renovamos una ofrenda al señor Santiago que es también un tributo a los hombres y mujeres que vieron en esta tradición una parte importante de sus ser. Respetar ese legado es respetarnos a nosotros y conservar un tesoro espiritual para las generaciones que estarán aquí cundo nosotros seamos historia", ha finalizado.

En su homilía, el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, que presidió la ceremonia, ha pedido que no se margine "a Dios del horizonte de la realidad social, cultural, política y económica de nuestra existencia".

Ha destacado, asimismo, la "visión transformadora del mundo" que ofrece el Cristianismo y ha hecho un llamamiento a valorar "el sacrificio, la solidaridad y la entrega a los demás", al tiempo que ha insistido en que los cristianos no deben dejar pasar las "situaciones injustas que generan marginación y abandono".

El jefe del Ejecutivo gallego, que este año revalidó su cargo al frente del Gobierno gallego, actúo como delegado regio en esta ceremonia por tercera vez puesto que ya lo había sido en los años 2009 y 2010.

Esta ceremonia religiosa, que se comenzó a celebrar en 1109, tiene lugar todos los días 30 de diciembre, en recuerdo del legendario traslado de los restos del Apóstol desde el puerto de Jaffa, en Palestina, hasta las costas gallegas, donde fueron desembarcados en el muelle de Iria Flavia, en el municipio coruñés de Padrón, según la tradición.

Antes del oficio religioso, Núñez Feijóo, acompañado por el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, pasó revista a las tropas en nombre del Rey, en un acto celebrado en la plaza del Obradoiro, al que también asistieron las principales autoridades políticas, militares y de la judicatura de Galicia.