Como ocurre con la población, entre las empresas también es fundamental el equilibrio entre las que nacen y las que se van. Ahí está la garantía de relevo en el tejido productivo. En demografía se habla de invierno para ilustrar el alarmante problema de la pérdida de habitantes en Galicia. Respecto a las compañías, la evolución se asemeja más a los brotes de la primavera después de la sangría de cierres en la doble recesión. Entre 2008 y 2011, la comunidad perdió más de 11.300 firmas. En 2015, las nuevas rozaron las 26.300, unas 2.000 más que las bajas, que sumaron 24.200. Las compañías con actividad en la región aumentaron así el 0,8%, hasta un total de 245.417. El sector primario y la industria no salen de los números rojos, mientras el comercio y las inmobiliarias lideran la creación de sociedades como respuesta a dos de los fenómenos que vive la economía: la fuerza del consumo y la reactivación, aunque lenta, del mercado inmobiliario y la necesidad de dar salida a las viviendas y locales vacíos.
Lo que no cambia es el perfil mayoritario. El 69% de las empresas gallegas no tiene asalariados. Un 1,2% más que en 2014. Las que tienen entre 1 y 2 empleados caen un 0,9%. Aumentan un 1,8% las de 3 a 5; un 0,5% las de 6 a 9 y un 1,7% las de 10 a 19. Entre aquellas que van de 20 a 249 el descenso ronda el 0,6%: Hay 70 que llegan a 499 trabajadores, diez más que un año antes; y las mismas, 52, que superan los 500.
El grave problema de los bajísimos precios de la leche provocó la desaparición de 600 granjas en Galicia este año. Suma y sigue. Las empresas ligadas al campo y al mar se quedaron sin un 2,2% de sus compañías durante 2015, según la actualización del Registro Mercantil publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Una caída de casi 1.000 sociedades. La inmensa mayoría, por encima de las 600, se dedicaban a la producción agrícola combinada con ganadería. En este caso quedan 10.279 en un global en todo el sector primario de 31.100. En pesca desaparecieron 152 y 19 en acuicultura. Al cultivo, cuidado y explotación de los montes se dedican casi 1.500 empresas en la autonomía después de un destacable ascenso del 8%.
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El descenso entre las industrias extractivas se situó en el 5% y un 5,6% en las manufacturas, una actividad en la que prácticamente solo se salvan las empresas alimentarias, que aumentaron el número de sociedades operativas alrededor de un 2% (43), con 2.361. Sobre todo por el impulso de los productos de panadería y pastas alimenticias, que incorporó 26 firmas. La confección, en cambio, acumuló un descenso del 2%; del 4% en la industria de la madera; y del 2% en las mueblerías. El motor, que es uno de los pilares del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad, añadió una empresa más, hasta las 110, y el naval perdió dos, hasta las 116. La bajada en joyería, que cuenta con 164 empresas, supera el 6%.
En el negocio energético pasa factura la reforma del Gobierno a las renovables. Se cerraron prácticamente una treintena de productoras y distribuidoras de electricidad, el 6%.
Dentro de la construcción -con 32.200 compañías, el 12,9% del total en Galicia- hay dos tendencias muy distintas. Las firmas de promoción se reducen un 2,9% (328) y un 12% las de ingeniería civil por el parón de las obras residenciales y las infraestructuras públicas, respectivamente. Sin embargo, las empresas especializadas repuntan un 3,7%, sobre todo aquellas que trabajan en el acabado de edificios (149 más).
Muy vinculadas al ladrillo están las inmobiliarias. En 2015 se alcanzaron las 5.750 tras el mayor ascenso entre las grandes actividades económicas: un 10%, con 511 nuevas.
Por detrás de las firmas orientadas a alquileres y compras de viviendas, el otro gran incremento viene del comercio. Que es el sector con más peso en el tejido productivo gallego. Más de 53.600 empresas, 507 nuevas (0,9%). Las alzas se dan, sobre todo, en los intermediarios -agentes comerciales que además exponen-, con 251 más; y en establecimientos de comidas y bebidas, con la subida de 34 en mayoristas y de 35 en minoristas, según los datos del IGE. El saldo en hostelería, en cambio, deja una caída del 0,7%, que llega incluso al 1,6% en los bares, que perdieron 233 negocios y se quedan con 14.600.
Entre las actividades profesionales, científicas y técnicas destacan las consultoras de gestión empresarial, que aumentaron un 20,4% y alcanzan las 500; y las firmas de diseño especializado, un 25% más (342). En el campo educativo, las compañías ligadas a deportes, cultura o autoescuelas experimentan un avance del 23%, con 940 nuevas en solo un año. De las "otras actividades sanitarias", en las que se engloban fisioterapeutas, logopedas o laboratorios, entre otros segmentos, se abrieron 344 (12,5%).
