La segunda campaña impulsada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) para adherirse a la compra colectiva de combustible, con la que se obtiene un ahorro de hasta 8 céntimo por litro de carburante, ha tenido un resultado sensiblemente inferior en Galicia al de la primera iniciativa. Si el pasado año se sumaron 18.150 gallegos a esta modalidad para rellenar a precio más barato el depósitos de combustible de los vehículo, en la segunda campaña, cuyo plazo de inscripción se cerró a finales de septiembre, se apuntaron 5.112 conductores residentes en la comunidad autónoma.
De ellos, la mitad tiene su domicilio en la provincia de Pontevedra (2.544), según los datos aportados por la OCU, mientras que 1.620 viven en la de A Coruña, por solo 514 en la de Lugo y 434 en Ourense.
Galicia es una de las comunidades que soporta los combustibles más caros de España, ya que la Xunta aplica el tipo máximo del tramo autonómico del Impuesto sobre Hidrocarburos -antes llamado céntimo sanitario-, que grava con 4,8 céntimos el litro.
Lo que hizo la OCU en 2015 y también este año fue abrir una página web para que todo aquel que quisiera pudiese inscribirse y crear así un grupo de demanda que permitiera negociar precios más bajos con las distribuidoras. Al igual que en la anterior edición, el acuerdo se cerró con Cepsa, que en Galicia posee 133 estaciones de servicio: 52 en A Coruña, 23 en Pontevedra, 21 en Lugo y 17 en Ourense.
Esta compañía ofrece a los inscritos una rebaja de 6 céntimos por litro de combustible, a la que se suman otros dos céntimos adicionales si se reposta en la gasolinera habitual -la primera en la que se hace-, lo que permitirá, según la OCU, ahorrar al año como media un mínimo 75 euros en los repostajes.
Para beneficiarse de los descuentos que permite esta compra colectiva de carburante se distribuye una tarjeta entre los beneficiarios que es gratuita y que deberán usar cada vez que vayan a repostar. Solo se establece un límite de dos repostajes al día y un máximo de 90 litros por transacción.
Los descuentos que ofrece esta plataforma se pueden acumular o utilizarlos en cada repostaje, a elección el consumidor. En todo caso, esta rebaja no puede acumularse a las bonificaciones de otras tarjetas y ofertas. La reducción del precio se aplica a todos los gasóleos de automoción y gasolinas, salvo al gasoil B y C y al GLP.
Aunque el número de apuntados a la compra colectiva ha descendido en Galicia con respecto a la anterior campaña, el precio del combustible sí se ha encarecido. Con respecto al mes de diciembre de 2015, ahora cuesta llenar el depósito de gasoil -de largo, el carburante más consumido- siete euros más, pues el precio medio del litro de las gasolineras en Galicia ronda los 1,16 euros. Y es que en un solo mes, el pasado noviembre, un repostaje completo de unos 50 litros se encareció 2,7 euros.
A que Galicia se comporte desde hace varios años como la comunidad con el combustible más caro de España contribuye la aplicación máxima, por parte de la Xunta, del llamado céntimo sanitario. Este es el motivo por el que la venta de gasóleo se ha disparado entre enero y septiembre en las provincias limítrofes con Galicia, como León o Zamora, mientras que en la autonomía gallega muestra un crecimiento muy contenido, lo que lleva a pensar que se está produciendo un trasvase de clientes hacia Castilla y León, comunidad que ha rebajado de 4,8 a 1,6 el céntimo sanitario.
Si en España, en el mismo periodo, la demanda de gasóleo creció un 3,7%, en Lugo solo lo hizo un 0,2%, mientras que en León subió un 7% y casi un 16% en Zamora. En Ourense fue del 2,6%, aunque a su favor juega la proximidad de Portugal, donde a finales de octubre el diésel era un 6,3% más caro que en Galicia.
