-¿Qué ocurre en Galicia para que siga como una de las comunidades con más puntos negros?

-El riesgo se dispara en carreteras convencionales, de calzada única, de media montaña, donde podemos encontrar muchos tipos de vehículos como motocicletas, agrícolas, pesados, por supuesto turismos, y en ocasiones también peatones o animales. Este perfil de carretera se encuentra mucho en Galicia.

-Los tramos de riesgo identificados en 2015, ¿se deben al mal estado de las vías y a la falta de inversión durante la crisis o es por una conducción poco segura por parte de los automovilistas?

-Depende de cada tramo. Lo importante es que si año tras año la gente se mata en los mismos puntos, entonces la carretera nos está mandando el mensaje de que ahí pasa algo, por lo que habrá que estudiar en cada tramo negro el por qué de esa alta siniestralidad.

-¿Qué medidas deben tomar las administraciones cada vez que se detecta un punto negro?

-Existen medidas de bajo coste que está demostrado baja la accidentalidad más de un 25%, y que deberían tomarse por ley cuando se detecta que existe un tramo negro, como por ejemplo la mejora de la señalización, del firme, la iluminación... y por supuesto si se detecta que existe un problema de velocidad, la instalación de un radar.

-¿Es el radar la solución para erradicar los puntos negros?

-Por supuesto que no, lo será solo en aquellos tramos donde se detecten excesos de velocidad que ponen en riesgo la circulación.