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EL TIEMPO

Galicia registra otoños cálidos con mayor frecuencia

Con calor incluso en diciembre, Galicia vivió en diez años siete periodos otoñales de altas temperaturas

Un otoño caluroso en las Rías Baixas // R. Grobas

Esta semana empezará el invierno, como indica el calendario estacional con la referencia del solsticio, aunque por la sensación térmica que vive Galicia en los últimos meses el look de 'gorro y bufanda' parece quedar todavía lejos. El otoño que ahora termina se considera "cálido", casi medio grado más que la media, pero el del año pasado lo fue más y el anterior todavía más. El de 2014 fue el más caluroso de los últimos cincuenta años, la serie histórica que maneja Meteogalicia, con una "anomalía" de casi dos grados (por encima de la media) y el de 2015 también superó en calor al actual: tres años consecutivos de sol otoñal en la comunidad.

Desde 2006, si se observa la serie, hubo siete otoños cálidos y muy cálidos: con anomalías de 1,6º; 1,4º, 1,3º, 1,1º, 1,8º o el 0,4º de este último. El pasado día 3 de noviembre se alcanzaban los 25º en Pontevedra y Ourense y 23º en A Coruña. Para vincularlo de manera directa con el cambio climático, el grupo gallego líder en el estudio de este fenómeno, EPhysLab, que coordina el físico ourensano Juan Antonio Añel, indica que sería necesario realizar un "estudio de atribución concreto". "Desde el punto de vista meteorológico está claro que se dieron las condiciones necesarias (para las altas temperaturas). Desde el punto de vista climatológico: está comprobado que el cambio climático está aumentando la probabilidad de que ocurran estos eventos que hasta hace unos años eran más extraordinarios", argumenta Añel, que además de su labor en el grupo es 'Senior Visiting Research Associate' en la Universidad de Oxford, un cargo honorífico, y uno de los proyectos que dirige en la actualidad está conectado con otro más grande apoyado por la Organización Meteorológica Mundial y que se coordina en el departamento de física de dicha universidad británica.

A las altas temperaturas registradas este otoño hay que añadir el bajo nivel de precipitaciones: llovió muy poco. Según los datos meteorológicos, fue el año que menos llovió desde 2007. Califica esta estación de "muy seca", que quizás ayude a interpretar los últimos meses como más veraniegos de lo normal. Si este otoño llovió un 33% menos, en 2007 este porcentaje bajó al 71%, si bien el más seco de la serie histórica (1961-2016) fue en 1978, con el desplome del nivel de lluvias, un 73%. El otoño del año en el que se proclamó la Constitución fue el menos lluvioso en Galicia en el último medio siglo. Añel, cuyo grupo se centra bastante en análisis de los eventos extremos de precipitación en Galicia (en cuencas hidrográficas) para evaluar cómo los cambios pueden afectar a la gestión de la producción de energía eléctrica, apunta, en referencia a sensaciones puntuales sobre elevadas temperaturas, que el estudio del clima "va más allá de la memoria personal o colectiva, que falla mucho cuando se trata de la meteorología".

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Trump quita prioridad al clima

  • De momento, en Galicia, el sol de otoño prolonga la temporada de terrazas y turismo costero y para la vendimia y el sector vitivinícola el aumento de temperatura es positivo. También para el sector lácteo o el maíz. Es pronto para predecir cómo afectará a las cosechas, a fechas de recolección, a los ecosistemas marinos o a la pesca. "El océano es más complicado de modelizar que la atmósfera porque el tiempo de respuesta es mayor: le pegas una bofetada a la atmósfera y te la devuelve, se la pegas al océano y te devuelve una patada dentro de 100 años", ejemplifica Añel, en cuyo grupo trabajan 35 investigadores de España, Brasil, México, Portugal, Serbia o Cuba. Preocupa a la comunidad científica la amenaza del nuevo presidente de EE UU, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo de París, firmado en 2015 por numerosos países para plantar cara al cambio climático. Uno de los primeros objetivos fijados: rebajar el aumento de la temperatura.

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