La decisión de mostrar públicamente las diferencias sobre el modelo de liderazgo existentes en En Marea provocó que la cita de ayer se convirtiese en un pulso con un bando ganador y otro derrotado, a la espera de que se concrete si se designa un portavoz nacional. Sin participar en las primarias, resultaría complicado elegir a Luís Villares, por lo que el primer paso para acceder al puesto -concurrir a la consulta- fue superado por este. Aun así, el portavoz parlamentario cerró filas para evitar heridas internas. "No se visualizaron bloques y se han podido ver mayorías o unanimidades muy generalizadas", declaró a los medios minutos antes de que se clausurase el plenario. "Salimos muy reforzados y muy cohesionados", proclamó acompañado de su homóloga en el Congreso, Alexandra Fernández.

El exjuez ya dejó claro en este diario que formará parte de una lista al Consello das Mareas, al declarar: "si se puede [en alusión a la compatibilidad con su acta de diputado], estaré ahí para el punto de encuentro de sensibilidades". Finalmente, podrá. A pesar de ello, evitó confirmar ese extremo a los medios y se limitó a declarar que estará al servicio de la confluencia "como siempre, desde el primer momento".

"Desde hoy y para adelante, el proceso ilusionante será algo más real", añadió.

Ahora afronta el reto En Marea de las primarias, en las que la confección de las listas mostrará el grado de unidad interna, a pesar de que existe unanimidad en cuanto a los objetivos políticos. El documento con el marco de actuación y las líneas estratégicas fue aprobado con rapidez tras centrarse parte del día en debatir aspectos sobre el reglamento de la consulta.

El plazo de apertura para presentar las candidaturas se abrirá el 10 de enero y se cerrará tres días después. Entre el 17 y el 20 se realizará la campaña previa a la votación los días 21 y 22.