En abril de 2013 hubo un caso mortal de una menor de 12 años en Baiona, como recuerdan las hemerotecas. No obstante, el 'Annus horribilis' para la comunidad gallega fue 2015. En febrero, con la primera víctima, se encendieron las luces rojas. Este caso, y el siguiente, unidos a la imposibilidad en ese momento de conseguir dosis, ya que no estaban todavía en venta en farmacias de aquí, provocó el efecto de preocupación, sobre todo en los padres con niños de corta edad. Cuando la situación parecía solucionarse y se inició la venta en botica, en octubre hubo otro caso grave en Boiro. Junto a Galicia, las comunidades más afectadas han sido Navarra, Cantabria, Andalucía y País Vasco. En el protocolo establecido, están cubiertos los casos de riesgo en hospital.