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Portavoz parlamentario de En Marea

Luís Villares: "Quiero ser punto de encuentro, optaré a la dirección de En Marea si puedo"

"Xulio Ferreiro sabe que yo le cubro la espalda y él a mí: eso es la confluencia"

Villares, ayer con un cartel electoral detrás en Santiago. // X. Álvarez

En Marea aborda hoy un plenario para decidir su documento político y el reglamento de sus primarias para elegir dirección, sin que esté contemplado que se vote un portavoz nacional. Una parte de la formación rupturista, con el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, como voz destacada, prefiere una dirección coral donde Luís Villares, portavoz parlamentario, sea uno más. El exjuez optará a la cúpula si se lo permite el sistema de incompatibilidades y arranca la entrevista precisamente con una anécdota sobre Ferreiro.

-En la reciente entrega de un premio, compartimos mesa Xulio y yo con otras personas, que empezaron con las pullas. En un momento estábamos él, en una parte de la mesa, y yo, en la otra, respondiendo. Se me vino la imagen de las películas americanas donde dos amigos se ven rodeados de malotes y se ponen espalda con espalda. Los enemigos son muchos y peligrosos, pero ellos luchan tranquilos porque tienen las espaldas cubiertas. Xulio sabe que yo se la cubro a él y yo sé que él me la cubre a mí. Eso es En Marea: una alternativa en la forma de concebir la política como suma de espacios y sensibilidades.

-Pero existen recelos internos. Una parte de En Marea, por ejemplo, entiende que la filtración sobre su petición de chófer fue un intento de minar su figura. ¿Pueden lastrar esas actitudes la unidad popular?

-En absoluto, la unidad no puede depender de una o dos personas. Viene de la inteligencia colectiva de entender el mensaje de las mayorías sociales: "¿por qué no os ponéis de acuerdo?". En ello estamos.

-En septiembre preveía optar a ser portavoz nacional. Ese puesto no será sometido a votación en las primarias y la futura coordinadora decidirá si nombra esa figura o no. ¿Quiere ocupar ese cargo?

-La última palabra la deben tener las personas inscritas. Este movimiento se construye por debajo. Mi preocupación no es tanto esa figura como las ideas. Vine aquí con la convicción de suscitar consenso. Quiero sumar y representar a la totalidad. Da igual quién sea la persona que ejerza en un momento una portavocía u otra, lo importante es que quien lo haga crea en el proyecto. Si no es así, ya no da igual. Lo importante es avanzar y consolidar el espacio. En el imaginario gallego ya existe.

-En ese imaginario lo ven como líder orgánico si se presentó como candidato a presidir la Xunta. Si era idóneo para decidir sobre 9.000 millones de presupuesto, lo será para encabezar En Marea, ¿no?

-La dirección será necesariamente colegiada y plural; lo importante es que quien transmita los mensajes aúne sensibilidades.

-¿No quiere ser portavoz?

-No dije eso. Digo que ahora es momento de debatir ideas y qué tipo de organización queremos, donde entra qué responsabilidades habrá. Cuando se fije, habrá que tomar decisiones, no antes. No quiero condicionar el debate.

-¿Irá en una lista a la dirección de En Marea si es compatible con la portavocía parlamentaria?

-Si se puede, estaré ahí para ser el punto de encuentro de las sensibilidades. En la medida en que ese encuentro sea facilitado por mi presencia, estaré.

-¿Es un sí?

-Lo estaré si soy útil para la confluencia. ¿No te queda claro? (sonríe). De todas formas, los documentos no hacen referencia al portavoz. No es el objeto del reglamento, tampoco debe serlo del debate.

-En el documento político se apuesta por "alentar" las mareas locales, lo que coincidirá con la implantación municipal de En Marea. ¿Se solaparán sujetos políticos?

-En Marea es partido instrumental por permitir doble militancia y por reconocer la autonomía de las mareas. Es nuestra gran singularidad organizativa. Alentarlas significa tenerlas como referentes donde existen; donde hay varias, tender puentes, porque no podemos predicar la unidad y luego no trabajar conjuntamente; y en los concellos donde no existan, auspiciar que existan. En Marea debe dar una ventaja y ampararlas sin establecer directrices políticas. Hay gente que viene de espacios políticos donde el nivel comarcal era la excusa para laminar el trabajo local.

-A Coruña, Santiago y Ferrol son símbolo de su espacio político. ¿Son las municipales de 2019 la prueba de su consolidación o fracaso?

-Aspiramos a mantener alcaldías y ampliarlas. Para nosotros [las elecciones] son un termómetro, claro.

-Marea Atlántica se quejó de una oposición que dificultó sus presupuestos en A Coruña. ¿No incurre en esa práctica la Marea de Pontevedra, que, con PP, PSdeG y C's, ha modificado los de Lores en Pontevedra? Ana Pontón, por cierto, les pide a usted y a Leiceaga que intervengan.

-Respetamos la autonomía de cada marea, pero lo importante es el contenido de las enmiendas, si van en la línea de apoyar una acción política basada en la justicia social y mayor democratización. Se adopta una defensa de un modelo de ciudad. Pero, por ejemplo, Compostela Aberta intentó en Santiago remunicipalizar la ORA y el BNG no votó a favor. Marea de Pontevedra intenta remunicipalizar servicios, en contra de la línea del gobierno pontevedrés. Es coherente.

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