El próximo año la Xunta "adecenterá" su sede principal, donde trabajan en Santiago dos mil empleados públicos. Con este objetivo ha reservado 6,4 millones de euros para la reforma de San Caetano. Así lo anunció el vicepresidente Alfonso Rueda, en la presentación ayer en el Parlamento autonómico de las cuentas de su departamento para 2017.

Rueda justificó la obra porque "no se hizo nada en este edificio desde 1985", de modo que toca acometer "cambios muy importantes" en sus instalaciones. El objetivo es dimensionar mejor los espacios y hacerlos más eficientes, mientras continúan las actuaciones ya iniciadas para ahorro energético, dotadas con 4,7 millones-, para mejorar el aislamiento, la climatización y la iluminación.

El también conselleiro de Presidencia, Administracións Públicas e Xustiza, Alfonso Rueda, destacó en su intervención en la Cámara el aumento de las partidas presupuestarias en su departamento para justicia y la lucha contra la violencia de género. Explicó que los nuevos edificios judiciales de Vigo, Pontevedra, Tui y A Coruña reciben más de 60 millones. También destacó que se crearán 24 nuevas plazas de personal administrativo y otras cuatro en el cuerpo de médicos forenses. Igualmente, el turno de oficio se dotará con un millón más.

En todo caso, remarcó que la partida que más crece en su departamento es la de la lucha contra la violencia machista. Serán 5,2 millones que mayoritariamente se destinarán a las ayudas para las víctimas.

El portavoz de En Marea en la Cámara, Luís Villares, trajó a colación en el debate presupuestaria la polémica entorno a los regalos de vino de la empresa Monbus a políticos. Villares se preguntó si el plan anticorrupción elaborado por la Xunta prevé combatir el "cohecho pasivo impropio" que podría suponer la aceptación de botellas de vino valoradas en "miles de euros" de un empresario que recibe adjudicaciones de la administración autonómica. Aludía a que el propio Rueda y Feijóo aparecen en la lista de supuestos beneficiarios de los regalos de Monbus, una relación de un centenar de cargos, en la que también se incluye a Emilio Pérez Touriño, José Blanco o Anxo Quintana.

En respuesta, la diputada del PP sacó a colación el "caso Duarte", un concejal de Compostela Aberta del que se investiga si frenó multas a determinados locales nocturnos de la capital gallega. Prado criticó la "desfachatez" y la "hipocresía" de Villares. A renglón seguido, insinuó que las Mareas "contratan a amigos y familiares de concejales y alcaldes" y aseguró que Yolanda Díaz (IU) "recibió" botellas de vino durante su etapa como teniente de alcalde en Ferrol.

Villares remarcó que "causa inquietud" que nadie en la Xunta haya "intuido" que "no está bien" recibir dádivas de adjudicatarios, como es Monbús. "No dijimos que fuese delito", puntualizó el portavoz de En Marea.