Aunque en la mayor parte de los casos se trata de incidentes de carácter gestual o verbal, en los que el usuario suelta algunas palabras en tono muy alto o amenazantes, los médicos y el personal de enfermería del Sergas están expuestos a episodios de violencia, en los que no están libres de sufrir posibles agresiones por parte de los usuarios. El año pasado no fue el peor de los ejercicios, ya que se contabilizaron, según informaron desde la Consellería de Sanidade, un total de 172 agresiones, todas ellas de carácter leve, que además en números absolutos fueron un 30 por ciento inferiores a las registradas un año atrás, cuando ascendieron a 244. No obstante, el Sergas tiene un plan de prevención de violencia laboral que busca implantar medidas para un entorno libre de violencia.

Así, ante una situación de este tipo, los facultativos y enfermeros pueden lanzar una alerta, de hecho ya lo hacen, para pedir ayuda, pero el Sergas ha perfeccionado el método y el año que viene comenzará a extender una nueva herramienta, denominada de forma expresiva ACUDE, entre "todo" el Sergas, con la perspectiva de que en 2018 pueda completarse su implantación, según explican fuentes de la Consellería de Sanidade. La nueva plataforma, explican, es un sistema "innovador" que permite a los profesionales comunicar una "necesidad de asistencia a través de cualquier dispositivo electrónico, de forma sencilla, discreta y segura".

Hasta ahora el personal sanitario disponía de dos métodos para buscar ayuda. Una parte, en centros de salud y PACs, tenía a su disposición un botón de alarma que aparecía en la pantalla del ordenador con el icono de un teléfono y la leyenda SOS. Al pulsar, se enviaba la solicitud de auxilio. En otros lugares se instalaron botones de alerta físicos, de los que hacen sonar una alarma y que avisan al personal de seguridad, como en los bancos.

La diferencia de ACUDE con su predecesor en el ordenador no es tanto de imagen. Lo que ve el usuario en su pantalla es "muy similar al anterior botón de alerta", decisión que se tomó para "minimizar" el impacto del cambio. Se trata, recalcan desde Sanidade, de una aplicación que lo que introduce son modificaciones internas de "relevancia" con el objetivo de mejorar el direccionamiento de los avisos y, sobre todo, permite dar soporte a los teléfonos móviles, que pueden emitir y recibir alertas. La gran ventaja de ACUDE es que los profesionales pueden generar alertas ante una situación de riesgo de violencia laboral externa desde su ordenador o desde su dispositivo móvil, "con independencia de su localización física y tipo de actividad asistencial". Además, la solución de software habilitada opera "rápido".

Sanidade explica que su plan de prevención de la violencia laboral busca habilitar medidas para un entorno libre de violencia y enfatiza que se pone el foco en sistemas de carácter "preventivo, para controlar cualquier situación de violencia, peligro o urgencia y minimizar sus consecuencias". Añade que existen áreas asistenciales de "especial conflictividad", como urgencias, consultas externas, unidades de salud mental y asistencia a domicilio y que "por eso se consideró necesario habilitar medidas para reforzar los posibles escenarios de riesgo, como los turnos de noche y la asistencia a pacientes y familiares problemáticos".

Antes de valorar su extensión a todo el Sergas, Sanidade probó el sistema y lo hizo en un programa piloto con tres escenarios de demostración: un centro hospitalario de menos de 200 camas (Hospital do Salnés), un centro de salud con más de 100 usuarios (el de San Roque, en Vilagarcía) y un hospital con más de 500 camas (el Complexo Hospitalario de Ourense). Se formó a 274 profesionales en el funcionamiento del sistema y se instaló en 125 equipos.

El diagnóstico, como revelaron las encuestas realizadas tras la demostración, fue positivo. Los usuarios creen que la plataforma aporta "seguridad", valoran de forma "muy positiva el acceso a la aplicación y sus tiempos de respuesta" y destacan su "facilidad de uso". Los supervisores de los centros recomendaron su extensión.

Si bien no hay estimaciones de las agresiones que se pueden evitar con este sistema, el Sergas explica que durante el piloto (del segundo semestre de 2015) se identificaron dos situaciones de riesgo en las que el uso de la aplicación fue exitosa.