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Un negocio en auge

La Xunta amplía el negocio del juego a apuestas de todo tipo en bares y locales

La Xunta modifica la ley para acabar con el límite de eventos deportivos para jugar dinero tras la petición del sector -Los operadores alegan la demanda de sus clientes

La Xunta amplía el negocio del juego a apuestas de todo tipo en bares y locales

Los gallegos aficionados a las apuestas o que quieran adentrarse en el mundo del azar en bares o locales específicos tendrán un mayor campo de opciones a elegir a partir de 2017. Cinco años después de regular esta actividad, la Xunta ampliará las apuestas autorizadas más allá de los eventos deportivos, eliminando cualquier límite. Ya podrá jugarse dinero no solo a si el Celta se clasifica para la Champions League o el Deportivo se toma la revancha en Riazor, sino también a quién se lleva el Goya a la mejor película, al vencedor de un concurso televisivo o al triunfador en un torneo de un videojuego, modalidad que atrae a millones de personas en todo el mundo.

El Gobierno gallego modificará el marco legal del negocio mediante la ley de acompañamiento, el cajón de sastre aparejado a los presupuestos y que sirve tradicionalmente para tramitar más rápidamente diversos cambios legislativos. Ahí consta la ampliación de las apuestas. Se acomete modificando la ley de 1985 que establece qué tipo de apuestas y juegos de azar son legales. El artículo seis indica que podrían autorizarse aquellas que "sean expresión o consecuencia de una actividad deportiva", lo que limita el campo de los seis operadores que desde 2012 se dedican a esta actividad comercial.

Esa restricción afecta a los locales específicos de apuestas y a las terminales instaladas en bares y cafeterías. La Xunta la levantará tras las peticiones del sector, que compite en desventaja con los operadores de internet, donde no existen barreras a las apuestas. Es decir, un adulto no puede apostar en un bar quién ganará Gran Hermano a través de una terminal -muy parecida a las tradicionales tragaperras-, pero sí desde una página de la red si se conecta con su móvil.

"Las empresas autorizadas reciben a diario peticiones de sus clientes para poder formalizar apuestas sobre eventos no estrictamente deportivos, algo que, con la actual redacción normativa, no pueden hacer", explica la Xunta en la memoria explicativa de la ley de acompañamiento.

Por eso, la Vicepresidencia, encargada de regular este asunto, levanta la restricción. Ahora, la ley permitirá "apuestas que sean expresión o consecuencia del resultado de un acontecimiento previamente determinado, de desenlace incierto y ajeno a las personas apostantes". Ya no queda circunscrito al deporte. Podrá apostarse a que el Nobel de Literatura, después del de Bob Dylan, irá a parar a Leonard Cohen a título póstumo, por ejemplo.

Las apuestas continuarán limitadas a los mayores de edad, a pesar de que la Consellería de Sanidade planea una batería de medidas para atajar que menores gallegos opten por jugar dinero. Según una macroencuesta realizada en 2014 por Xunta y Universidade de Santiago, unos 4.000 adolescentes incurrían en esas prácticas, cifra que eleva a 6.000 el psicólogo Antonio Rial Boubeta, uno de los mayores especialistas de la comunidad en los trastornos adictivos de los jóvenes.

La implantación de las terminales de apuestas en la comunidad superó las previsiones de la Xunta, que este año decidió ampliar el límite de estas máquinas en bares y cafeterías de las 2.000 que incluía la ley a las 3.800, tras la petición de los operadores alegando aumento de demanda. Por contra, el sector del juego tradicional -tragaperras o salones recreativos- considera que está sufriendo las consecuencias negativas por la aparición de esta competencia, que rebaja sus ingresos y goza de mejor trato fiscal.

Retrasos

El estreno en Galicia de la modalidad de apuestas deportivas generó problemas a la hora de elaborar los reglamentos para el cobro de impuestos, lo que provocó que las seis empresas con permiso para explotar el negocio no abonasen esas obligaciones durante sus tres primeros años de actividad.

Aun así, la Xunta estableció un calendario para que pagasen de forma fraccionada esas deudas una vez concretó la normativa para calcular la cantidad a abonar.

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