En Marea y BNG aprovecharon la celebración del Día de la Constitución para afilar su perfil más rupturista y arremeter contra una Carta Magna que consideran obsoleta y que debe ser modificada para incluir, entre otros aspectos, el "derecho a decidir" de los pueblos que componen España, en alusión a la opción de iniciar Galicia un camino como nación soberana.

Ambas formaciones se ausentaron ayer de los festejos del 6-D como gesto reivindicativo. "No hay nada que celebrar", arremetió Luís Villares, portavoz parlamentario de En Marea y que en enero será, previsiblemente, elegido líder orgánico de la nueva formación. Considera el exmagistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que una nueva Carta Magna debería incluir "el blindaje de los derechos sociales" y la "supresión de las diputaciones", opción esta última que también ha demandado el Bloque en numerosas ocasiones, a pesar de que participa en el gobierno de tres de ellas. También aboga por reformular el Senado y finalizar el período de Monarquía parlamentaria para instaurar una República.

Estas son instituciones de "legitimidad democrática de segundo grado", según Villares, que se refiere a la falta de relación directa entre el elector y el gobierno provincial, que es elegido entre los cargos municipales. Como declaró en la campaña electoral de las elecciones de septiembre, el partido rupturista alentado por las mareas locales, Anova, Esquerda Unida y Podemos defiende un proceso de "comarcalización" que respondería de forma más eficiente, entiende, que la "división provincial".

Argumentos similares presentó el BNG para, un año más, ausentarse de los festejos de celebración de la Constitución. De hecho, la formación frentista organizó un acto alternativo ante el monumento dedicado a Rosalía de Castro en Santiago bajo el título "Fronte a Constitución española, dereito a decidir e soberanía". Al frente se situó la portavoz nacional de la formación, Ana Pontón. "Rosalía escogió un camino del que nosotros nos sentimos herederos: el de la reivindicación de los derechos nacionales de Galicia", proclamó.

El Bloque apuesta por una nueva Carta Magna que especifique la posibilidad de que una nación como Galicia pueda decidir su futuro. "Yo era una niña cuando se aprobó la Constitución española. Hay cientos de miles de gallegos que, como yo, no votaron ese texto y que tampoco vivieron la dictadura ni la llamada Transición. No lo vivimos; no lo votamos, pero tenemos opinión. Queremos opinar y queremos decidir", argumentó antes de recordar que la autodeterminación es "un derecho universal y inalienable".