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Radiografía de los cinco tramos en los que encalló el AVE

Los 18,5 kilómetros de la línea ferroviaria con dificultades técnicas que dejan en el aire el plazo de 2018 se reparten entre tres obras en la provincia de Ourense y dos en Zamora

Obras de construcción de los túneles del AVE en O Cañizo // Xoán Alvarez

El Ministerio de Fomento ya no pone el año 2018 como fecha para la entrada en servicio del AVE de conexión de Galicia con la Meseta. La culpa son los problemas de construcción surgidos en 18,5 kilómetros de trazado distribuidos en cinco tramos que, según el relato del nuevo titular, Íñigo de la Serna, se enquistaron por las dificultades técnicas de la obra y por la falta de competencias para desatascar los proyectos de un gobierno limitado en sus funciones debido al bloqueo de la política nacional. Todo ello llevó a que en el último año apenas se pudiera avanzar para encontrar una solución y se consumiera un tiempo que ahora ha forzado a Fomento a admitir la complejidad para concluir la línea de alta velocidad en el año 2018. "No voy a cejar en el empeño, pero siendo realistas y prudentes, no puedo hablar de un plazo concreto", dijo el pasado lunes De la Serna tras reunirse con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para pasar revista a la actuaciones del ministerio en la comunidad gallega.

El cambio de discurso obedece a las complicaciones aparecidas en cinco tramos, de los que De la Serna solo identificó dos en su comparencia. ¿Cuáles son los otros tres? Según ha podido saber este periódico, dos corresponden al trazado de la línea por territorio gallego y el tercero, a la zona limítrofe de Zamora con la provincia de Ourense.

El primer punto crítico se halla en el tramo Cerdedelo-Prado, en el municipio de Laza. Son casi 9 kilómetros de trazado -de los que 8,5 discurren por un túnel- presupuestados inicialmente en 105 millones de euros en paralelo al túnel de O Corno -objeto de otro contrato-. Pero el problema parece estar en que la zapatas de los viaductos previstos para dar continuidad al túnel invaden el dominio hidráulico del río Os Portos.

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El segundo escollo está centrado en la vía izquierda del túnel de O Cañizo, ubicado a caballo de los concellos de A Mezquita y A Gudiña, en el tramo Vilavella-A Gudiña. De 5,6 kilómetros de largo, fue adjudicado por 72 millones de euros.

El tercer tramo con dificultades corresponde a la provincia de Zamora, concretamente al Pedralba-Cernadilla, conformado por dos túneles y dos viaductos como elementos más singulares.

Las dificultades surgidas en estos tres tramos ya han sido resueltas y solo queda la firma para retomar las obras.

El ministro no dio detalles concretos sobre la causa de los problemas -que afectan solo a una parte y no al tramo completo correspondiente-, pero estarían relacionadas básicamente con la presentación de modificados de los proyectos por parte de las empresas adjudicatarias que no fueron aprobados en la pasada legislatura y que ahora tiene que desbloquear el nuevo Gobierno, que suelen ir acompañados de un incremento del presupuesto. De la Serna aludió a una "casuística diversa", en la que tanto pudieron confluir modificados para resolver dificultades técnicas como una mejor definición de determinados elementos de la obra.

Además de estos tres tramos con complicaciones pero que ya están en vías de solución, el ministro sí identificó otros dos donde todavía continúan las negociaciones con las empresas adjudicatarias para desatascar los problemas sobrevenidos.

Se trata de la vía derecha del túnel de Padornelo, cuya primera fase se concluyó el pasado mes al terminar la excavación de la sección superior -ahora queda retirar el material de la parte inferior- y el viaducto de Teixeira, en el tramo Portocamba-Cerdedelo.

Estas complicaciones son las que llevan a que Fomento ya no pueda comprometer al año 2018 como la fecha de entrada en servicio del AVE gallego, aunque todavía los 17 kilómetros de la integración urbana de Ourense desde Taboadela sigan sin licitarse, el tramo que acumula más retraso de toda la línea.

Al margen de este trecho, para el que ya se plantea usar la línea actual como solución transitoria con las modificaciones pertinentes -electrificado como mínimo-, de los casi 130 kilómetros de trazado entre Ourense y Pedralba, son 18,5 los que impedirían que el AVE gallego cumpla el plazo de 2018. De Pedralba hasta Zamora, nada hace pensar que en esa fecha no esté plenamente operativo.

Cerdedo: la variante ferroviaria de los estudios interminables

  • Hace 17 meses, el Ministerio de Fomento anunciaba al alcalde de Vigo, Abel Caballero, que a principios de este año se iban a licitar las obras de la variante de Cerdedo y que en 2017 se iniciarían las obras. Evidentemente, el calendario ha encallado, si bien el Gobierno central estuvo un año en funciones, con lo que eso significa de limitaciones en sus competencias de gestión.Sin embargo, la situación del corredor sur de Galicia sigue igual que hace 17 meses y que hace seis años, todavía pendiente de la declaración de impacto ambiental. Porque si hay una característica de esta línea es su historial administrativo de estudios, proyectos informativos y evaluaciones medioambientales, todo ello sobre el papel y nada sobre el terreno.En 2003 se comenzó a hablar de esta línea para conectar Vigo con Ourense en 35 minutos sin tener que dar un rodeo de 90 kilómetros por Santiago. El corredor arrancaría desde el Eje Atlántico al norte de Pontevedra y se uniría en Maside a la línea de alta velocidad Santiago-Ourense.En 2010 se presentaron los primeros estudios informativos, a lo que siguió la exposición pública y una declaración de impacto ambiental para luego volver a modificarse el trazado, iniciar de nuevo la información pública y de nuevo, en 2013, tener que someter a la evaluación ambiental, proceso en el que todavía sigue inmerso este proyecto de más de 2.000 millones de euros.

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