La FP Dual, ese modelo que bebe de la tradición alemana con estudiantes que realizan parte de la formación en la empresa y con remuneración durante el periodo de aprendizaje, ha pegado un buen salto este curso en la comunidad gallega, superando los 500 alumnos (de más de 200 que había el año anterior) y más de 30 firmas implicadas en la formación de estudiantes, orientándolos al perfil de trabajador que la pyme o cadena precisa para incorporar a sus filas. No obstante está lejos, todavía, de alcanzar el ritmo de las comunidades "locomotora" en España en la integración de este modelo. Autonomías como Galicia, Navarra o Aragón se sitúan todavía por debajo de la media y con ritmo de crecimiento inferior a las más avanzadas en la implantación del nuevo sistema, como son Cataluña, Andalucía o País Vasco.
La comunidad catalana se mueve ya en los 7.000 estudiantes de Dual frente a los 590 con los que partía al inicio del programa, en el curso 2012-2013. La propia Generalitat asegura que, en esta autonomía, el tejido empresarial responde, con cerca de 2.700 empresas implicadas y programas impartidos en más de 200 centros educativos. Son las mejores cifras de la integración del modelo Dual en España. Andalucía, por ejemplo, ha avanzado mucho en los últimos dos cursos, y se acerca a los 3.000 estudiantes en Dual (192 proyectos y 1. 700 empresas comprometidas con esta nueva modalidad que presenta mayor tasa de inserción laboral).
Solo en un curso Andalucía pasó de 1.380 a 2.896 estudiantes de Dual, lo que supone un 91% de incremento. País Vasco es otro de los modelos de referencia en el país, con 1.300 estudiantes este curso. Madrid también ha evolucionado en los últimos cursos situándose en la proa de las comunidades con mejor respuesta. La Comunidad Valenciana, por ejemplo, también se acerca a los 1.800 estudiantes en el modelo Dual y destaca también Castilla-La Mancha, que supera los 1. 500. En este caso, la Administración educativa castellano-manchega puso en marcha en el curso 2013-2014 un sistema de becas para promover la incorporación de estudiantes a este modelo. No obstante, esta vía de ayudas públicas en el modelo Dual se trata de una excepción en el panorama nacional.
La filosofía de la FP Dual se centra en el compromiso empresarial en la formación del alumnado, con el objetivo de formar a estudiantes en un modelo propio de empresa para, una vez terminado el ciclo formativo, poder quedarse con parte de los estudiantes instruidos en la propia empresa. Son las compañías las que aportan el salario designado para el alumnado, tomando como referencia el sueldo mínimo interprofesional, del que el alumnado percibe la parte proporcional al número de horas trabajadas.
En el País Vasco, por ejemplo, sí existe una ayuda pública para las empresas en concepto de tutorías, es decir, por la labor de tutor que realiza una persona de la empresa que acompaña al alumnado en su periodo de prácticas duales remuneradas.
Fuentes de la Administración autonómica apuntan que no es un objetivo habilitar una línea de becas para la FP Dual, al tratarse de un modelo que tiene sentido con la implicación de la parte empresarial, teniendo en cuenta los casos de Alemania, Suiza o Francia. Desde que se inició la implantación del modelo cuatro años atrás, el sector empresarial ha demandado más flexibilidad de la normativa establecida por el Gobierno para poner en marcha el sistema y adaptarlo a las especificidades de Galicia. La línea de ayudas era una de las peticiones pero al final no salió adelante. Otro de los cambios para animar al empresariado gallego fue la opción de unirse varias pequeñas empresas y formalizar solo un convenio (entre todas) con la Xunta para repartirse el alumnado de un mismo centro.
