Los gallegos se ahorrarán 391 millones el año que viene gracias a las rebajas fiscales que se consolidan y a las que se amplían, según los cálculos elaborados por la Xunta en los presupuestos de 2017 que ayer llegaron al Parlamento para iniciar su tramitación.

La cifra supone 27 millones más que este año, cuando se implementaron ventajas que el Ejecutivo calculó en 364 -320 en 2015- gracias a la bajada del IRPF y las exenciones en sucesiones y donaciones, fundamentalmente, que beneficiaron a 68.000 ciudadanos, según la Xunta, aunque en el primer caso su impacto se producirá por primera vez en 2017, ejercicio en que se liquidarán los ingresos de este curso. El año pasado la Xunta cifró en 60 millones el impacto de las rebajas en el IRPF con una media de 50 euros por declarante.

El ejercicio que viene se mantendrán las políticas aplicadas este año y se ampliará el impacto de otras, como la política de "impuestos cero en el rural". Jóvenes, familias numerosas y personas con discapacidad estarán exentos de cargas autonómicas en la compra de su primera vivienda en una parroquia con escasa población. Hasta ahora esa ventaja se limitaba a concellos de menos de 20.000 habitantes, en 2017 se extiende a zonas que sufren pérdida de población, aunque estén situadas en ayuntamientos grandes.

En 2009, Feijóo prometió en la campaña electoral tras la que derrotó al bipartito rebajar impuestos, con el tramo autonómico del IRPF como reclamo estelar. No fue hasta el año pasado cuando pudo acometerlo, pero, una vez a salvo de la intervención de las cuentas que han padecido otras autonomías y manteniendo su compromiso de ajustarse al 0,5% del déficit para 2017 con la opción de elevarlo una décima sin salirse de la norma, ahora quiere ampliar beneficios fiscales. Lo hará en lo relativo al intento de fijar población en el rural y combatir el declive demográfico. También mantendrá la Tarxeta Benvida -1.200 euros por nacido-que estrenó este año, en que se celebraron comicios autonómicos.

La recuperación de ingresos permitirá a la Xunta ganar recursos sin necesidad de aplicar recortes, como en ejercicios anteriores, o elevar impuestos, promete Feijóo. Uno de los indicadores de la mejora en la salud financiera autonómica reside en el gasto corriente, el inherente al funcionamiento de la administración. Con 7.470 millones, acumula apenas uno más que en 2012, sumando el tercer ejercicio de incremento desde entonces y acercándose a los niveles precrisis, descontando los picos de 2009 -8.033 millones- y 2010 -7.861-.

Además, la recuperación del mercado inmobiliario está incrementando la recaudación del impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados -aplicados a la vivienda de segunda mano-. El coste de las rebajas fiscales queda "compensado" por esta subida, según recoge el proyecto presupuestario que entrará en vigor en febrero.