Cinco años después de prometerlo, la Xunta abrirá por fin el proceso para convertir en funcionarios a parte de su personal laboral fijo, un cambio de estatus que aportará mayor estabilidad a este colectivo sin suponer una gran variación en las condiciones salariales. El Ejecutivo gallego ya ha trazado el calendario para la primera fase de este proceso, que el año próximo convocará las pruebas para que 3.300 empleados puedan convertirse en funcionarios.
En 2012, Alberto Núñez Feijóo prometió una Lei do Emprego Público que abriría la vía para que más de 6.000 trabajadores laborales fijos de la Xunta pudiesen convertirse en funcionarios mediante un concurso-oposición. Eran los momentos más duros de los recortes y el Gobierno central abrió la posibilidad de aplicar expedientes de regulación de empleo (ERE) en las administraciones, en las que la tasa de reposición de puestos estaba congelada, es decir, no se relevaban las plazas de quienes se jubilaban. Al adquirir la condición de funcionario, el personal laboral fijo quedará protegido contra un posible ERE y tendrá la posibilidad de ascender de puesto. Además, adquirirá la presunción de veracidad en su actuación y podrá actuar como federatario público. La citada ley fue aprobada en mayo del año pasado.
El compromiso de funcionarización de personal carece de precedentes, según Facenda, y afectará en un primer momento a personal del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar y a los bomberos forestales. El pasado mes de septiembre, la Xunta selló dos pactos con los sindicatos. Por un lado, regular la segunda actividad de los bomberos. Por otro, la integración en el convenio colectivo único del personal laboral de la Xunta del personal del Consorcio, que mantiene su actividad a pesar del nacimiento de la Axencia Galega do Benestar y de las críticas vertidas por el PP durante su nacimiento en la Xunta bipartita.
En esos pactos se incluyó el proceso de funcionarización de 3.300 empleados entre ambos colectivos, según explican fuentes de la Consellería de Facenda. Los presupuestos autonómicos del año próximo, que esta mañana serán aprobados, incluirán uno de los pasos a dar para modificar la situación laboral de estos trabajadores. Crearán seis nuevas escalas de personal funcionario para los bomberos forestales y el personal del consorcio dentro de los departamentos de Medio Rural y Política Social, respectivamente. Las pruebas se iniciarán el año que viene, un lustro después de la promesa realizada por Feijóo en el año 2012 cuando logró su segunda mayoría absoluta consecutiva.
El proceso coincide con el primer ejercicio en que el techo de gasto de la Xunta supera de nuevo la barrera de los 9.000 millones -en concreto en 63 más- y se busca completar la devolución de la paga extra de 2013 recortada a los empleados públicos para contener el gasto.
