La mayoría de los estudiantes universitarios españoles reconoce que en su universidad se ponen los medios para fomentar el emprendimiento, se promueven programas orientados a crear empresas, se difunden continuamente iniciativas con ese objetivo, se imparten asignaturas o cursos orientados a formarse para lanzarse a la aventura empresarial e incluso se busca animarlos mediante premios y reconocimientos. No obstante, no les parece suficiente. A la hora de evaluar cómo contribuye a sus actitudes y capacidades emprendedoras ese entorno universitario, "la mayoría de las valoraciones están posicionadas por debajo de la media de la escala utilizada (4 sobre 7)".

En general el entorno universitario recibe de los alumnos un 3,70, según el primer informe del Observatorio de Emprendimiento Universitario sobre el perfil de los emprendedores en la enseñanza superior, presentado ayer en Madrid. En cambio para los agentes encargados de promover el emprendimiento en las universidades la valoración es 4,76.

Los aspectos "mejor valorados" por los estudiantes serían el fomento de la participación en actividades vinculadas al emprendimiento y la ayuda para identificar oportunidades de negocio (3,93). Según el informe, una "posible" explicación a estas valoraciones "podría estar asociada al bajo porcentaje de alumnos que ha emprendido y que ha requerido poner en práctica sus capacidades". En esa línea, apunta que los universitarios que ya participan en alguna iniciativa emprendedora valoran "mejor" su entorno universitario.

Pero la universidad no sería la única "suspensa". Bancos y administración son los que salen peor parados al analizar los elementos del entorno emprendedor en su región. En el primer caso los estudiantes apuntan a las dificultades para obtener financiación (la valoración es de un 2,67), mientras en el segundo critican que no haya suficientes políticas de apoyo gubernamentales para crear empresas (3,01), a lo que añaden la existencia de "demasiadas" trabas burocráticas para dar el paso (2,98).

En términos generales, los entrevistados opinan que gestionar, poner en marcha y ser propietario de una empresa involucra "un nivel de riesgo considerable". En ese sentido, los autores del informe destacan que el miedo al fracaso es el "principal obstáculo para emprender". Lo apunta el 48,6% de los estudiantes. Las chicas lo perciben más (61,2% frente a 38,8%). También les influye mucho lo que opine el entorno más cercano y el disponer de un ejemplo próximo.

Pese a todas las dificultades, el estudio, realizado por el Centro Internacional Santander Emprendimiento y RedEmprendia, con el apoyo del Banco Santander y la ayuda de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, permite constatar que el 26,4% de los universitarios piensa que posee las cualidades necesarias para emprender y que un 29,3% se propone hacerlo en los próximos tres años. De hecho, el 12,5% realiza ya una actividad empresarial mientras estudia (el 4,9% porque ya creó su propia empresa y otro 7,5% participa en una familiar).

El "Perfil Emprendedor del Estudiante Universitario", realizado a partir de 14.400 encuestas en todo el país -en Galicia con alumnos de la Universidade de Santiago-, revela que la mayoría de estudiantes con intención de emprender son hombres (54%) y de Ciencias Sociales, que incluye Empresariales (39,2%). El estudio apunta además que los emprendedores potenciales se elevan un 30% entre 2º y 4º de carrera. Es decir, a punto de acabar los estudios se percibe más como una opción laboral.