La crisis y el estallido de la burbuja del ladrillo ha provocado, entre otras consecuencias, que las administraciones mudaran sus prioridades sobre la vivienda, orientando ahora las políticas de promoción hacia la rehabilitación y no tanto hacia la construcción de obra nueva residencial. Sin embargo, para que las medidas surtan el efecto deseado, lo primero es realizar un buen diagnóstico sobre el parque de viviendas, algo que ha hecho el Observatorio la vulnerabilidad urbana del Ministerio de Fomento en un amplio informe, en el que se recoge que en Galicia hay 170.500 viviendas en mal de estado de conservación o ruinosas, que representan el 11% del total de hogares de la comunidad, la proporción más elevada del conjunto de las autonomías.
Sin embargo, no todas las viviendas en estado ruinoso o con graves deficiencias están ocupadas en Galicia, ya que, según los datos del informe, el 42% de ellas (72.4348) estarían vacías. Por lo que realmente los hogares en mal estado destinados a residencia efectiva serían 98.195 (el 58%), de los que 75.501 serían viviendas principales y otras 22.692, secundarias.
El deterioro del parque inmobiliario coloca a Galicia a la cabeza del ranking autonómico (al margen de Ceuta y Melilla). En ninguna otra comunidad las construcciones en mal estado o ruinosas tienen tanto peso, el 11%, que de hecho está cuatro puntos por encima de la media nacional (7,2%).
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Por debajo de Galicia se sitúa Canarias, donde los hogares con deficiencias en el estado de conservación representan el 10%. Y por encima del 8% están Asturias, Baleares, La Rioja y Murcia. También por encima de la media nacional, Fomento señala a Castilla y León, Cataluña y Valencia.
En el conjunto de España, nada menos que 1,76 millones de viviendas se ajustarían a la definición de ruinosas o en deficiente estado de conservación en fachadas, tejados, ventanas o en la estructura interna.
Pese a que la gallega es una comunidad con una fuerte dispersión poblacional en la que en los últimos años se acentuó el abandono de pequeñas poblaciones y se podría pensar que las viviendas en peores condiciones de habitabilidad están en el rural, el informe de Fomento indica, paradójicamente, que se trata de un fenómeno urbano cuyas características las comparten, junto con Galicia, Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña, Valencia, Madrid y Murcia.
Resulta que en el caso gallego, el 32% de las viviendas en mal estado (55.794), están ubicadas en municipios de más de 50.000 habitantes, o sea, las siete ciudades. Mientras, en los municipios más pequeños, de menos de 5.000 vecinos, no llegan a las 54.000. Otras 44.000 corresponden a concellos de entre 5.000 y 20.000 habitantes y la restantes 16.500, a los municipios de más de 20.000 habitantes pero que no llegan a la consideración de ciudad.
El informe también bucea en las llamadas infraviviendas, aquellas que carecen de unas condiciones mínimas de habitabilidad. Y señala que 7.410 no tiene inodoro ni baño ni ducha, otras 2.300 no disponen de suministro de agua y que casi 11.000 carecen de sistemas de evacuación de aguas residuales.
Casi 200.000 pisos carecen de ascensor
- El informe del Ministerio de Fomento también aborda la accesibilidad física a la vivienda, un problema que resulta más extenso del esperado y con un componente muy urbano. Resulta que en la comunidad gallega hay 188.946 viviendas ubicadas en edificios de más de cuatro plantas de altura que carecen de ascensor, un serio impedimento para acceder con garantías al hogar, sobre todo por parte de las personas mayores o con alguna minusvalía.De estos inmuebles, más de la mitad (98.939) están repartidos entre las siete ciudades y salvo 8.000 pisos, todos están ocupados, bien como vivienda principal o como secundaria.Obviamente, en los concellos de menos de 5.000 habitantes existen menos edificios, por lo que las viviendas sin ascensor también son menores. Concretamente hay 10.500.En los municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes, el número de pisos sin elevadores también es relativamente reducido en Galicia, apenas 27.000, pero la cifra resulta bastante más elevada en los ayuntamientos de entre 5.000 y 20.000 habitantes, pues hay algo más de 52.500, según el informe de Fomento.En el conjunto de España, el número se acerca a los 3,4 millones y Madrid, con 603.000 pisos que representan el 21,3% de su parque inmobiliario, es la comunidad más afectada por la ausencia de ascensores.El estudio también detalla que en Galicia casi 353.000 hogares carecen de calefacción, que suponen el 33% del parque de viviendas autonómico.
