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La eólica pide una revisión "coherente" de las primas para evitar otra rebaja de 600 millones

El sector asegura que dejó de ingresar 630 millones en los tres primeros años de la reforma energética por los "errores" de Industria en la previsión de los precios de la luz

A la reforma energética sí le toca pasar por la reválida antes de que acabe este 2016. Parece que fue ayer, pero van ya tres años desde que el Gobierno decidió cambiar radicalmente las reglas de juego para las fuentes renovables, que, después de varios recortes en las subvenciones que recibían por su contribución a la lucha contra el cambio climático a mayores de los ingresos por la venta de la electricidad, tuvieron que despedirse del sistema de primas tal y como se conocía para adaptarse a un nuevo formato con ayudas residuales del que quedaron fuera la mayoría de los parques eólicos de Galicia por su antigüedad. El Ministerio de Industria debe fijar en esta revisión los parámetros económicos con los que calculará los incentivos de los próximos tres años para aquellas instalaciones que siguen cobrando. La patronal del viento pide "una senda de precios justa y coherente con la realidad" para evitar otro hachazo de 600 millones de euros.

La Asociación Empresarial Eólica (AEE) advierte de la existencia de "un riesgo importante". "Si las previsiones de precios del mercado a futuro que fije el Ministerio se alejan de la realidad y se mantienen en línea con las del semiperiodo regulatorio anterior [estos tres primeros años], la remuneración anual del sector puede ser un 56% inferior a la que le corresponde, con lo que las empresas no llegarían a la rentabilidad razonable que les promete la ley", avisan los promotores.

Las primas que se mantienen para una parte de las renovables se marcan con una larga lista de criterios que, al igual que la nueva ley para las renovables, suscitaron un aluvión de demandas ante el Tribunal Supremo. El Ministerio de Industria hace un pronóstico de la evolución de los precios de la electricidad y en función de lo que recibirán por las ventas de la generación y el coste que tienen las plantas debe que garantizar una rentabilidad que en estos tres años iniciales era del 7,4%. Pero no fue así, según denuncia la AEE. "Las empresas han dejado de ingresar 630 millones de euros por la diferencia entre las previsiones de los precios y la realidad, con lo que sus ingresos se han quedado incluso por debajo de esta rentabilidad razonable prevista por el regulador en la reforma", aseguran en un comunicado los promotores, que sostienen que, de media, por cada megavatio recibieron 6,37 euros menos "por la desviación a la baja de la senda de precios prevista en la ley".

"De ahí que la AEE -insisten- solicite que los pronósticos se ajusten a la realidad y no sean una decisión política". La reforma también incluye unos límites en la corrección de estos posibles desajustes. Un tope para compensar a las instalaciones afectadas. Por eso la patronal eólica prevé que de esos 630 millones que dejaron de ingresar los parques solo se reciba un 36%, unos 230 millones -el 64% restante "se perderá"- porque "resulta improbable que la compensación sea por el total".

¿Qué puede ocurrir? La eólica realiza una proyección con los mismos "errores" que los de estos tres primeros años. Si Industria toma como referencia un precio de 52 euros por cada megavatio "en vez de los 41 que sería razonable tomando los precios de los contratos de futuro" en el mercado en el que se comercializa la luz de España y Portugal el sector volvería a dejar de recibir "otros 600 millones de euros". hasta 2020. La cuantía equivale al 16% de lo percibido por el sector en el llamado primer semiperiodo regulatorio. "Cabe recordar -añade la AEE- que la retribución de 2016 fue ya un 41% inferior a la de 2013, el año anterior a la reforma energética". El Ministerio, reclaman, "debería introducir las modificaciones necesarias en la regulación para que las empresas lleguen a esa rentabilidad razonable" y "suprimir los elementos que provocan incertidumbre".

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