La resistencia a los antibióticos es hoy en día "uno de los principales problemas de salud pública". Lo recuerda la Consellería de Sanidade, que aprovechó que ayer se celebraba el Día europeo para la sensiblización sobre los antibióticos para concienciar a la población y advertirla de que por culpa de abusar de este tipo de fármacos infecciones que en su día eran tratables con ellos son ahora "más difíciles" y "más caras" de curar. Por eso el Sergas apela, año tras año, a un uso responsable por parte de los ciudadanos, pero también reprende a los médicos que los prescriben ya que, según los datos recopilados por la Xunta, el año pasado se batió en Galicia el récord de uso de estos fármacos desde que existen registros de vigilancia, el año 2007.

En solo tres años el consumo de estos fármacos se incrementó un 13% mientras que con respecto al año anterior aumentó un 3%, medido en dosis por mil habitantes y día (DHD).

Por ello Sanidade da un toque de atención a los facultativos de Atención Primaria y ya van varios sucesivos. Les dicen que en Galicia se se están recetando "demasiados antibióticos" -cuando "no son necesarios", señala la Consellería en el "Venres Epidemiolóxico"- y además están "mal seleccionados", ya que hay "demasiados de amplio espectro y pocos de espectro reducido". De ejemplo ponen la amoxicilina en combinación con ácido clavulánico, en cuya prescripción Galicia está a la cabeza de Europa. Para las autoridades, "urge cambiar esta situación".

El mismo mensaje lo repite en los últimos informes que publicó sobre el uso de antibióticos, siempre teniendo en cuenta su dispensación en farmacias (excluidas las de los hospitales) con recetas a cargo del Sistema Nacional de Salud. Eso dejaría fuera las prescripciones de la sanidad privada o los que se puedan obtener sin receta (aunque está prohibido), por lo que los montantes finales, advierten, están "infraestimados". Esas estadísticas muestran cómo entre 2007 y 2012 se consiguió controlar su consumo, pero a partir de ese año el recurso a esta opción se ha ido incrementando ejercicio tras ejercicio y ya alcanza una dosis diaria por cada mil habitantes de 23,54, el valor más elevado del período.

El Sergas también analiza el número de envases dispensados por mil habitantes al mes. Los datos del año pasado suponen una quiebra de la tendencia al descenso, dado que en 2007 eran 75,2 y en 2014 se habían rebajado hasta 60,8. Sin embargo, en 2015 la cifra fue de 63,6, un 4,6 por ciento más. En cuanto al número de recetas, en 2015 también fue, en consonancia con el resto de los datos, de récord:23,47 millones. La cifra más baja de la serie se había registrado en 2012, con 21,2 millones.

Pero a las autoridades no les interesa saber sólo cuántos antibióticos se recetan, sino cómo se gestiona en la comunidad este grupo de medicamentos. Para ello recurre a una serie de indicadores fijados por la UE que revelan que en 2015 "en general predomina la estabilidad en el uso aunque empeoran los indicadores globales". Respecto al período de 2007 a 2015, señalan que "el uso ambulatorio de los antibióticos en Galicia a lo largo de los años considerados fue excesivo (DHD) y mal seleccionado".

Eso a pesar de que las cifras estarían, según el Sergas, por debajo del uso real al excluir las recetas de la privada. Según un informe de 2007, el consumo en Galicia "está subestimado en por lo menos un 9% cuando solo se usan recetas del Sistema Nacional de Salud", pero en 2018 se analizará este aspecto con datos de 2017.

Además, apuntan desde Sanidade, los datos reunidos permiten hablar de dispensación, por lo que "solo informan directamente" de la prescripción y el consumo. Aunque "en principio nada hace pensar", dicen, "que la dispensación no aproxime adecuadamente la prescripción", sí que admiten que "no se puede decir lo mismo del consumo, en especial que se complete el tratamiento" y de la "automedicación" con antibióticos que sobrasen de otras veces. Por ello el año que viene la Xunta incluirá en su encuesta sobre conductas de riesgo preguntas para caracterizar "mejor" el consumo en Galicia.

El informe constata que consumen más antibióticos las mujeres (33% frente a 25%) y los más ancianos (el máximo se da en 75 y más). Por áreas sanitarias, y tras ajustar los datos, la "mayor" dispensación en 2015 se da entre los residentes del área de Vigo y la menor en los de Santiago. Asimismo, los mayores valores se registran durante los meses fríos, pese a que los antibióticos no sirven para tratar ni resfriados ni gripes.