La Xunta mejora las expectativas económicas y de gasto para 2017 que había trazado hace dos meses, a pesar de la incertidumbre sobre la aprobación de las cuentas estatales y del efecto del Brexit. Respecto a la planificación de septiembre, el Ejecutivo eleva el crecimiento de la economía gallega una décima hasta el 2,4% por el mejor comportamiento de industria y turismo, manteniendo una previsión de desempleo del 15,6%, que este ejercicio espera cerrar en el 17,4%. Además, dispondrá de un tope de 9.063 millones para gastar, 259 más que este ejercicio y 24 más sobre su cálculo de septiembre. Es la primera vez que esta magnitud supera la barrera de los 9.000 millones desde 2011.

El Consello de la Xunta aprobó ayer el techo de gasto para el año próximo, cumpliendo el primer paso de un cronograma que establece el 1 de diciembre como fecha para dar luz verde a los presupuestos y comenzar su tramitación.

La decisión de la Xunta se produce a pesar de la posibilidad de que las cuentas estatales para 2017 sean prorrogadas. El PP incluso ha insinuado que convocará elecciones generales si la oposición veta su proyecto, en el que la UE obliga a recortar 5.500 millones tras el desfase en el límite de déficit fijado para este ejercicio. Ayer, la Cadena Ser informó incluso de que Ciudadanos y PP negociaban un tijeretazo al techo de gasto estatal de 3.000 millones.

A pesar de ello, el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, declaró tras la reunión semanal del Ejecutivo autonómico que no prevé rebaja alguna en la capacidad de desembolso de la Xunta. "No trabajamos con la hipótesis de recorte de gasto, sino ligeramente incremental", dijo.

Feijóo, sin embargo, sí lanzó una advertencia y exigió a los partidos políticos presentes en el Congreso "cumplir su obligación de facilitar el presupuesto" para no evidenciar que el apoyo o abstención para permitir la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno "era una disculpa para impedir la gobernabilidad de España". Si fuerzan la prórroga de las cuentas actuales, prevé consecuencias negativas. "[Afectaría] a los compromisos de España con Europa, que tiene la exigencia de reducción de gasto de 5.500 millones. Si prorrogamos [el presupuesto estatal], la UE actuará y bloqueará los fondos comunitarios. Eso tendría un efecto dominó en todas las comunidades, incluido el País Vasco. Espero que no nos perjudiquemos a nosotros mismos con mayor intensidad si cabe", indicó con una alusión a Euskadi, pues el PNV, partido más votado allí, ha sido convocado por el PP a reuniones para negociar su apoyo al presupuesto; sin éxito, de momento.