Los ecos de la protesta de los alcaldes del PP el martes en la Diputación de Pontevedra ("visita pacífica" para exigir diálogo según los populares, y "escrache" y "chantaje" según el gobierno provincial) continúan. La presidenta de la Diputación, la socialista Carmela Silva, insistió en un "escrache". "Pero no lo califiqué yo así, lo califica la ley mordaza que aprobó Mariano Rajoy", explicó Silva. "Se le llama escrache al uso indebido y a la toma de las administraciones públicas" e insiste en que se trata de una ley que a ella no le gusta, pero aprobada por el propio PP.

Desde el gobierno provincial ya se calificó lo ocurrido el martes como "toma" e "invasión" del Pazo por parte de los alcaldes del PP y concretamente del Salón Noble en el que los alcaldes se sentaron exigiendo una entrevista con Carmela Silva y donde criticaron el actual modelo de reparto de fondos de la institución. Silva lamentó que los populares "aprueben leyes que luego no cumplen" y que "hagan cosas que previamente critican". "Recordarán ustedes -continuó- el lío que montaron cuando ocurrió todo aquello de rodea el Congreso".

Silva negó falta de diálogo con los ayuntamientos. Asegura que desde que tomó posesión se reunió con alcaldes "los 365 días del año".

Por su parte, el secretario general del PP Provincial de Pontevedra, José Manuel Cores Tourís, defendió la "visita pacífica" de los alcaldes y aseguró que los alcaldes van a seguir pidiendo esta reunión a pesar de la "actitud prepotente y autoritaria de la presidente que roza incluso a chulería".