"Tengamos claro que articular alternativas sin contar con el Parlamento constituye una deriva peligrosa que no podemos ni debemos permitirnos". Con una advertencia abrió ayer el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, la X legislatura, en un mensaje entre líneas a En Marea, después de que el grupo de Luís Villares anunciase que plantearía una oposición con "un pie en la calle" y después de cuatro años de tensión, expulsiones y protestas a las puertas de la Cámara, aunque sin alcanzar la entrada en el recinto de 2005 por parte de cargos del PP en contra de la gestión del bipartito.

El discurso de Santalices, que realmente fue una declaración institucional, constituyó una llamada al respeto de las formas y una invitación a que el debate político no exceda el ámbito discursivo. "En una democracia, en un Estado de Derecho no hay ni puede haber atajos", alertó ante los 75 diputados de la Cámara en una intervención que cerró el himno gallego.

El ambiente parece otro en el hemiciclo, como evidenció el debate de investidura, en que el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, agradeció el tono empleado por sus rivales, tendiendo la mano a PSdeG, tratando de acercarse al BNG y situando como antagonista a En Marea. Santalices también celebró esa actitud de "sana confrontación dialéctica", que pidió sea antesala de "sosiego, cordura y vocación de entendimiento" a lo largo de los próximos cuatro años en una legislatura marcada, coincidían ayer varios diputados, por la sucesión de Núñez Feijóo, que ya anunció que este será su último mandato.

El presidente del Poder Legislativo puso en contexto su petición tras años de descrédito de la política, sensación potenciada por los daños de la crisis y los escándalos de corrupción. "Atravesamos una crisis de credibilidad, en parte generada por nosotros mismos. Y coincidirán también en que estamos obligados a ofrecer lo mejor de nosotros para superarla y recuperar la confianza social que fuimos perdiendo de un tiempo a esta parte", alegó.

También fijó deberes concretos al exponer su confianza en sellar acuerdos. PP, En Marea, PSdeG y BNG abordarán cuestiones como la financiación autonómica o el futuro del Estado del Bienestar, tareas acordes con una "etapa de enorme intensidad en la política estatal".

Ahí recurrió a Winston Churchill, ex primer ministro británico, para abogar por el sentido de Estado. "El político se convierte en estadista cuando empieza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones", citó.

Invitados

Tras la sesión, la mayor parte de diputados coincidió compartiendo un aperitivo. No acudieron los miembros de En Marea. En la tribuna de invitados también estuvieron presentes numerosos exdiputados y expolíticos, así como cargos como la Valedora do Pobo, Milagros Otero, o la presidenta del Consello Económico e Social (CES), Corina Porro. Entre los antiguos miembros del Parlamento destacaron los populares Xaime Pita, José María García Leira, Xesús Palmou o Agustín Hernández, entre otros, mientras que por parte de PSdeG y BNG la representación fue mínima con Francisco Cerviño y el expresidente de la Diputación de A Coruña, Salvador Fernández Moreda, en el primer caso, y José Manuel Ferreiro, en el segundo. Por parte de la izquierda rupturista tan solo estuvo presente Consuelo Martínez, que la pasada legislatura abandonó AGE para integrar el grupo mixto.