La recuperación de la economía viene con letra pequeña. De esa que hay que leer bien para entender también las grandes cifras. El pasado año, el primero con un avance relevante del Producto Interior Bruto (PIB) en Galicia -un 2,3%-, dejó un incremento de 46.000 asalariados, hasta un total de 811.900. La cifra está todavía muy lejos de los más de 923.000 empleados a nómina de una empresa que la comunidad alcanzó en 2008, a las puertas del pinchazo de la actividad, y se apoya en la creciente desigualdad laboral. Porque el aumento se da entre los puestos peor pagados y los mejores sueldos. Ambos extremos repuntan un 14% en solo un ejercicio, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a costa de la menguante clase media a la que cada vez pertenecen menos ocupados.

La evolución del salario medio es un buen ejemplo de cómo están cambiando las condiciones del mercado de trabajo después de la doble recesión. En 2015 se situó en 1.781 euros brutos al mes en la región. La subida respecto al ejercicio anterior fue de solo un 0,33%, menos de seis euros y la mitad del ascenso registrado en el conjunto del Estado (0,66%), con 1.893,7 euros antes de retenciones. Primera brecha que aumenta: la territorial. En Galicia se cobra de media 113 euros por debajo del resto del país. En 2014 esa diferencia era de 106,3 euros.

"La estructura productiva existente en las comunidades tiene una gran influencia sobre su nivel salarial", destaca el INE en el informe sobre salarios realizado a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) del pasado 2015. A la cabeza de las mayores retribuciones a los trabajadores están las autonomías tradicionalmente consideradas más fuertes económicamente. La media en Madrid llega a 2.265,8 euros brutos al mes, un 0,3% menos que en 2014; los 2.250 euros en País Vasco, donde está el principal ascenso de sueldos, un 4,8%; por encima de los 2.056 en Navarra (0,2% más que en 2014); y 2.003 en Cataluña, que experimenta una revalorización de del 2,6%.

Galicia es el séptimo territorio... por la cola. Los salarios medios más bajos están en Extremadura (1.550 euros), Canarias (1.574), Andalucía (1.653,9), Comunidad Valenciana (1.674,8), Murcia (1.692) y Baleares (1.747,2).

Todas estas cuantías sirven de referencia para medir el poder adquisitivo de los trabajadores, pero es muy importante tomarlas con cautela. ¿Por qué? Por el peso al alza que tienen los sueldos más altos a la hora de hacer el cálculo. Como reflejan los datos del INE, el 60% de los asalariados gallegos no llega a ese salario medio de 1.781 euros. De hecho, uno de cada tres alcanza como mucho los 1.200 euros.

Casi 80.000 gallegos se embolsan menos de 680 euros brutos. Otros 84.000 van como límite hasta los 979 euros al mes. El número de trabajadores que está en estas dos franjas salariales, las más bajas, aumentó el pasado año un 13,8%. Por encima de los 98.200 oscilan entre esos 979 euros y los 1.215 brutos. Lo que más o menos equivaldría los famosos mileuristas. El aumento este caso es del 6,5%.

En la escala que el INE califica de intermedia, los trabajadores que van de los 1.215 euros al mes sin descuentos hasta los 2.136 euros, Galicia registra una caída del 2%. Son 325.400 personas, 6.100 menos que el año anterior.

Los números vuelven a darse la vuelta en los empleados que superan esas retribuciones. Otra brecha que aumenta. Unos 84.000 van hasta los 2.600 euros; 78.400 rondan esa cantidad y los 3.400 euros; y finalmente hay 62.200 que ganan más de 3.400 euros brutos al mes. Todos ellos aumentaron un 13,5% en 2015, en casi 27.000, según el INE, que recuerda que los límites salariales en cada horquilla no son exactamente los mismos cada año.

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