Alberto Núñez Feijóo reelegido presidente de la Xunta de Galicia con 41 votos a favor, 34 en contra y ninguna abstención, tal y como estaba previsto. Encara a sí su tercer mandato con mayoría absoluta en un pleno en el que ha tendido la mano a los partidos para encarar esta legislatura de manera constructiva, tal y como ha reiterado a lo largo de sus intervenciones. Al cierre de su discurso puso de relieve el "cambio de tono" en el hemiciclo -fuera del Parlamento ya la beligerancia de Xosé Mauel Beiras o Yolanda Díaz- porque se puede "discrepar profundamente pero con enorme educación". "Pido que trabajemos juntos, hay una mayoría abierta a todos los gallegos; en política se está de paso, lo que permanece es el país", remachó.

Los portavoces plantearon los desafíos de la nueva etapa: la emigración de los jóvenes en busca de oportunidades; el declive demográfico; la deuda; la sanidad o la educación; la financiación autonómica; el traspaso de la AP-9; la defensa del gallego; la corrupción... Cuestiones para las que Feijóo ha pedido tiempo y diálogo sin dejar de defender lo hecho hasta ahora en un cruce de reproches que se ha saldado con la mano tendida.

Debate plenario

Por el camino, en estas siete horas de debate, ha habido ofertas, desplantes, bromas y guiños:

El PSdeG se puso el traje institucional esta mañana para tender la mano al popular Alberto Núñez Feijóo. El portavoz parlamentario socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga rebajó las críticas de la campaña electoral a la gestión del PP y, si bien censuró el balance en material social, denunciando un problema de pobreza infantil "intolerable", y económico, jugó el papel de bisagra entre un Gobierno con mayoría absoluta y una oposición que ya no lidera, puesto que corresponde a En Marea. De hecho, reconoció que durante la legislatura apuntalarán su partido trabajará "para construirnos como alternativa", pero "atreviéndose a coincidir" con el PP.

Luís Villares debutó esta mañana en una sesión de investidura como portavoz parlamentario de En Marea y lo hizo con dos ideas clave: presentar una enmienda a la totalidad de la gestión del PP y trazar las principales medidas de su proyecto, subrayando a su partido como segunda fuerza parlamentaria, empatada a escaños con el PSdeG. Su objetivo: "formular una alternativa que sí se oriente a alcanzar, para la gente de lo común, unas condiciones de vida dignas". Y su oposición no se limitará al ámbito institucional, sino que se extenderá "a la calle", advertencia posterior a la crítica del popular Alberto Núñez Feijóo a la agitación social el martes.

La nacionalista Ana Pontón atacó "el día de la marmota" en que se han convertido las promesas del popular Alberto Núñez Feijóo, que esta tarde será elegido por tercera ocasión presidente de la Xunta. Para la líder del BNG, los anuncios de creación de empleo e impulso al medio rural se repiten desde 2009 sin éxito, ochos años durante los cuales el jefe del Ejecutivo en funciones ha estado "dividiendo" a la sociedad.

La intervención de Pontón, que celebró que por fin una mujer interviniese en una sesión de investidura en Galicia, citó los casos más polémicos que afectaron a Feijóo, como su amistad con el contrabandista Marcial Dorado en los 90 o el supuesto conseguidos de una trama corrupta Pachi Lucas. También anunció que, a pesar de ser la tercera fuerza del Parlamento con apenas seis escaños, su formación peleará por una nueva Galicia: "Nos rebelamos a dejar en herencia un país precario".

Acuerdos

Feijóo instó esta mañana a los grupos de la oposición a "pensar menos en los votos y más en las personas" y reiteró, al igual que ya hizo en la primera jornada de la sesión de investidura, en la necesidad de llegar a acuerdos. Sin embargo, tras escuchar las intervenciones de los portavoces parlamentarios, apreció coincidencias "especialmente" con el PSOE y también con el BNG. Mientras que, por el contrario, lamentó la falta de disposición al diálogo de En Marea y cargó además contra los "líos" de las tres ciudades gobernadas por alcaldes del cambio.

Por la tarde no le tembló el pulso a la hora de recordar a los portavoces que él había sido el elegido por los gallegos para llevar las riendas del Ejecutivo en un ejercicio electoral que entiende refrendó sus políticas, y apeló de nuevo a la colaboración de los partidos para construir una legislatura eficiente.