El año arrancó con buenas expectativas para el sector inmobiliario en Galicia y el cierre del primer semestre fue mejor de lo previsto. Aunque las operaciones de compraventa de viviendas todavía están lejos de las alcanzadas en pleno boom del ladrillo, el balance de los primeros seis meses en Galicia deja un total de 7.131 pisos vendidos -una media de 40 cada día-, la mejor cifra desde el año 2011. La captación de inversores extranjeros todavía representa un trozo muy pequeño de la tarta inmobiliaria en la comunidad, apenas un 4%, pero cada vez más al alza.

Entre enero y junio de este año, un total de 267 compradores procedentes de otros países se hicieron con algún inmueble residencial en Galicia -una media de tres cada dos días-, lo que supone un 20,3% más que en el mismo periodo del año pasado y el mejor balance desde 2010. Entonces, las adquisiciones por parte de extranjeros en alguna de las cuatro provincias gallegas superaron las 400. Británicos y portugueses son los principales compradores de inmuebles en la comunidad gallega.

En el conjunto del país, el número de operaciones de compraventa de viviendas por parte de ciudadanos foráneos en los primeros seis meses del año fue de 43.519, lo que supone un incremento del 19,7% en relación a 2015, según el balance publicado ayer por el Consejo General del Notariado. El volumen de transacciones llevadas a cabo por extranjeros en España suponen un 20% de todas las realizadas, un porcentaje que se ha incrementado desde 2007 coincidiendo con el inicio de la crisis económica, y la mayoría son protagonizadas por británicos, alemanes e italianos.

Aunque el grueso de extranjeros que tras el estallido de la burbuja inmobiliaria han comprado algún inmueble lo hicieron por una cuestión de inversión, son cada vez más los compradores de otros países que se fijan en España en general y en Galicia en particular como un lugar perfecto para asentar su residencia. El perfil del cliente extranjero es el de comprador solvente, con una buena formación financiera y bien asesorado. La gran mayoría pagan el inmueble adquirido en efectivo sin recurrir a hipoteca.

En Galicia la zona de las Rías Baixas y el norte de Lugo son los principales atractivos para los inversores extranjeros. Hasta hace unos años, Baiona, Sanxenxo y O Grove eran los destinos más demandados para la adquisición de un chalé o vivienda unifamiliar, en especial por ciudadanos portugueses, por la proximidad a la comunidad gallega. En busca de mansiones, casas señoriales, pazos o viviendas en el rural gallego se lanzaron en los últimos años compradores nórdicos y británicos. En pleno auge y con gran demanda, en especial por parte de inversores ingleses, está la zona norte de Lugo, en las inmediaciones de la playa de las Catedrales.

Todas las comunidades, con la excepción de La Rioja, donde las operaciones inmobiliarias llevadas a cabo por extranjeros cayeron casi un 5%, mostraron una tendencia al alza en las compras por parte de ciudadanos foráneos. Tres comunidades se quedaron por debajo del crecimiento medio del conjunto del país (19,7%): Andalucía, con un aumento del 14,3%; Comunidad Valenciana, con una subida del 16,6% y Madrid, del 19,1%. A la cabeza del incremento en el primer semestre del año, están Cantabria (71%), Extremadura (50,8%) y Navarra (41,1%). Le siguen en el ranking, Murcia (34,9%), Castilla-La Mancha (32,6%), Asturias (31,7%) e Islas Baleares (28%). También por encima de la media nacional, aunque con tasas más bajas se situaron Galicia (20,3%), Canarias (20,6%), Cataluña (20,8%), País Vasco (24,2%) y Aragón (24,4%).

En cifras absolutas, Comunidad Valenciana (11.853), Andalucía (8.527) y Cataluña (6.583) son las que captaron el mayor número de inversores extranjeros durante el primer semestre del año. Solo estas tres comunidades copan casi el 62% de las operaciones de compraventa realizadas por ciudadanos de otros países entre enero y junio.