Comienza la cuenta atrás para que los policías locales también puedan jubilarse de forma anticipada a los 60 años. Una vieja reivindicación a la que el Gobierno central y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han dado el visto bueno y que tan solo está pendiente del decreto o proyecto de ley para que empiece a hacerse efectiva de manera progresiva a partir del próximo año. En el conjunto del país, de los casi 7.000 agentes de la Policía Local, 3.200 tienen más de 60 años y unos 4.000, entre 55 y 60 años. En el caso de Galicia, en las siete ciudades hay más de un centenar de agentes que superan los 60 años, lo que supondría que uno de cada diez policías locales podría acogerse en 2017 a la jubilación anticipada, un porcentaje que sería extrapolable al resto de plantillas en la comunidad y que podría superar el 30% en los próximos cinco años, según apuntan fuentes sindicales.

Con la normativa policial gallega en vigor, los agentes pasan a tareas de segunda actividad -no servicios de calle o patrulla- a los 58 años. "Resulta inviable mantener el servicio con un tercio de efectivos superando los 60 años. Situación similar ocurre en muchas plantillas del Estado", advierten desde CSIF-A Coruña, cuya unidad policial tiene 20 agentes con más de 60 años.

Desde CSIF, CCOO y Axempol destacan las mejoras supondrá la jubilación anticipada del colectivo, ya que permitirá rejuvenecer la plantilla y, en consecuencia, prestar un mejor servicio a los ciudadanos. La plataforma que promovió la iniciativa advierte de que tanto el "envejecimiento de la plantilla" como la "falta de efectivos para reemplazar esta carencia" han provocado un "deterioro de la seguridad que "comienza a dar señales alarmantes que deben ser abordadas y corregidas".